La
historia de Concejo, en breve
1.
Así comenzamos
En
la primavera de 1976 se encontraron en Salamanca un grupo de enseñantes.
Fue una reunión nacida del conocimiento durante los estudios y de la
participación en preocupaciones comunes posteriores.
Aquellos
eran tiempos de antifascismo, de iniciativas que se ponían en marcha
pensando en un futuro cualitativamente diferente, de lucha en la
precariedad y donde se veían y sentían todos en la misma trinchera.
Eran
personas con preocupaciones pedagógicas y sociales, organizaciones
educativas (Colegios Rurales), profesores de la Universidad de Salamanca, organizaciones políticas comunistas (MCE, ...), etc.
Paralelamente,
estas organizaciones, con el PCE a la cabeza, intervienen decididamente en
la lucha de los PNNs y en la alternativa del Colegio de Licenciados: la
escuela pública unificada, el cuerpo único de enseñantes, la gestión
democrática, la renovación pedagógica y el sindicato unitario (STE).
A
este proceso fuertemente sociopolítico se suma el
profesorado, especialmente de educación primaria, que ha conocido
el movimiento de Rosa Sensat y de las Escolas d’Estiu, y que contribuirá
a la transformación de Concejo en un sentido decididamente pedagógico,
sin perder su espíritu social y reivindicativo.
Y
así se van dando el I Encuentro de Enseñantes de Castilla y León,
los días 9 y 20 de Marzo de 1977, en Salamanca: unitario, regional
y reivindicativo. El II Encuentro el 17 y 18 de Febrero de 1978 en
Valladolid: enseñanza y autonomía.
Y
las Escuelas de Verano con la presencia de cientos de personas que
llenaban talleres, debates y seminarios: La I Escuela de Verano, en
Salamanca, del 2 al 8 de Julio de 1978.
En
Marzo de 1979 , por fin, se puso nombre al movimiento: Concejo
Educativo de Castilla y León (aludiendo a los antiguos concejos y a
su forma de participación).
2.
El optimismo pedagógico
Los
primeros estatutos son aprobados en el IV Encuentro, celebrado en
Ávila en 1980, y Concejo adquiere plena autonomía, con una orientación
decididamente centrada en el aula, en la práctica docente, aunque
manteniendo el espíritu de ruptura con lo que había y los planteamientos
sociales e ideológicos
transformadores, que se concretan en la defensa del “modelo de escuela pública”.
Las
Escuelas de Verano van encaminadas a la renovación pedagógica y, poco a
poco, alejadas de la acción más directamente política y sindical, sin
abandonar la idea de transformación social y la defensa de una educación
progresista.
Muy
pronto se trata de dar continuidad durante el curso con la creación de grupos
de trabajo por áreas y territorios. Así surge la Plataforma de
Escuela Rural, el Colectivo de FP o el Grupo de Educación Infantil.
Este
proceso de asentamiento y autonomía, junto a las expectativas generadas
con el PSOE en el gobierno a partir de 1982 –incluyendo la necesidad de
“formarse”, sin que todavía existiesen cauces oficiales para ello-,
generan una participación masiva en las Escuelas de Verano
comprendidas entre 1983 y 1987: la VI en Valladolid con la presencia de más
de 1.000 personas que acuden a una oferta variada y atractiva, la VIII en
Soria, ciudad que, al coincidir con el Estival 85, parece tomada por un
foro cultural de vitalidad desbordante.
Eran
tiempos en los que Maravall fue a Salamanca, a encontrarse con los enseñantes.
A nivel estatal, se celebraba el
I Congreso de los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRPs), en 1985 y
en Barcelona.
3.
Con la LOGSE por el medio
La
situación de euforia dura poco y la asistencia a las Escuelas de Verano
empieza a decaer
por la aparición de CEPs (luego CPRs), la disminución de efectivos
organizativos por incorporación de parte de ellos a sindicatos e
instituciones, por reducirse a la implicación en los propios centros,
y, quizá, por el camino posterior de reflexión interna para
profundizar en la pedagogía más social.
El
debate, primero, y la promulgación de la LOGSE, después, favorecen
que la renovación pedagógica se dirija a indagar sobre el nuevo currículo,
que es, además, un currículo abierto y posibilita la innovación. Fue
una primera parte.
Enseguida,
sin embargo, la preocupación va más allá,
destacándose algunos ejes y experiencias importantes: la denominada actividad
con sentido, la definición y el tratamiento de los saberes básicos
en las etapas de enseñanza obligatoria, así como el empeño constante
por relacionarse críticamente con el entorno.
En
paralelo, se produce una transformación en la oferta de las Escuelas
de Verano: procurando dar coherencia a talleres y seminarios y más
continuidad en el curso, a través de los Grupos de Trabajo permanentes y
los Encuentros.
En
esta época, Concejo Educativo queda insertado en la Confederación
(estatal) de Movimientos de Renovación Pedagógica, claramente
progresista y con el emblema esencial de la defensa de los valores de la
escuela pública y de una pedagogía que inserte la escuela en el medio
social, participando no sólo en los Congresos y Encuentros estatales,
sino asumiendo crecientes responsabilidades.
Por
otra parte la colaboración con la administración educativa empieza a
verse con mucho más escepticismo y se profundiza en la crítica, a la par
que se va produciendo una brecha entre la política (también la
educativa) del PSOE y la izquierda y los movimientos sociales. La falta de
decisión y de financiación para implantar la LOGSE, coincide con la
crisis política general y marca el principio del retroceso educativo.
4.
Buscando el camino
En
1994 no se organiza la Escuela de Verano. Concejo, con una existencia
escasa en cuatro provincias, sólo es en Valladolid donde funciona con
mayor regularidad, y sus miembros activos, con algunos otros de Salamanca,
Aranda y Palencia, asumen la coordinación general. Es tiempo de
reiniciar el camino: empieza una mayor reflexión interna, hacia un
compromiso socioeducativo más expreso y consciente.
Hay
escasez de personas y hay mucho trabajo. En el año 1996 gana las
elecciones estatales el Partido Popular y comienza una campaña contra la
escuela pública.
A
nivel estatal, los MRPs remarcan su compromiso en la defensa unitaria de
la escuela pública
en su III Congreso de Torremolinos, mediante el impulso a las renacidas
Plataformas de Escuela Pública.
En
Castilla y León culmina el proceso de transferencias educativas
y el PP, como si de un banco de pruebas se tratase, inicia el
desmantelamiento de la escuela pública mediante la generalización
de conciertos.
Concejo
Educativo se implica muy fuertemente en el trabajo de las Plataformas
(sobre todo en la de Valladolid, que ya había sido creada con
anterioridad y es la mas estable e influyente,
y lidera el movimiento sin regatear esfuerzos). Se logra impulsar
importantes movilizaciones multitudinarias: Jornadas, Muestras, Cadena
Humana por unas transferencias dignas, manifestación contra los
conciertos,.....aunque sin conseguir los todos los resultados deseables,
por la actitud conservadora del sector, por la
extrema división sindical, y por no encontrar receptividad en las
organizaciones regionales progresistas,
tras impulsar la 1ª
Conferencia Regional de Educación. Su falta de articulación contribuye a
imponer sin trabas una política agresiva del PP.
Además
Concejo ha organizado Encuentros con organizaciones sociales
preocupadas también por una educación no segregadora y la implicación
social del hecho educativo (por ejemplo, I y II Encuentro sobre
Participación Social, en los años 1998 y 1999).
Las
Escuelas de Verano,
con una estructura que toma de referencia a un tema-eje, sobre el
que también se trabaja durante el curso, reducen su duración, y suelen
dividirse en un primer módulo de tres días centrado en Talleres,
Conferencias, etc. y otro de dos días dedicado más a la reflexión (con
participación más restringida y, a veces, en distinto lugar al del
primer módulo –Amayuelas-).
Durante
los cursos 2000-1 y 2001-2, se crea un Grupo de Trabajo de ámbito
regional en torno al tema central, en el que se trabaja alternando
sesiones con persona “experta” y sin ella.
La
creación de una web (nuestra
“sede virtual”) ha hecho posible el darse a conocer un poco más y,
junto al correo electrónico, ha facilitado el tener presencia y realizar
actividades fuera de Valladolid, aprovechando la existencia de algunos
socios dispersos y activos, como ha ocurrido últimamente en León,
Ponferrada y Segovia.
Después de 25 años, creemos que Concejo
Educativo continúa siendo uno de los principales referentes de la
renovación pedagógica en Castilla y León y está activamente integrado
en la Confederación estatal de Movimientos de Renovación Pedagógica.
Sus Escuelas de Verano, Encuentros, Jornadas y resto de actividades continúan
afrontando la realidad con suficiente espíritu crítico y con esperanza.
Marzo
– Julio 2002
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