Religión en la LOE ¿cómo queda el alumnado?

¿Cómo queda la religión en la LOE? O mejor ¿cómo queda el alumnado con la religión?

En general puede decidirse que tod@s (católicos y no católicos) quedan “a merced” de lo que dictan los acuerdos hasta “del último minuto”, en especial con la jerarquía católica. Es cierto que ésta valoró el esfuerzo del gobierno, aunque “hábilmente” no llegó a firmar nada. ¿Sería para asegurarse nuevas “peticiones” en el futuro?

En todos los centros públicos y privados-concertados deberá haber religiones, las dictadas por confesiones religiosas, pero también una opción llamada “laica”. El alumnado tendrá que dedicar parte de su tiempo escolar, casi el mismo número de horas que antes (excepto una en un curso de secundaria) a lo que en los horarios de los centros aparecerá como: ¿RELIGION o…?. Se ha decidido que, apruebe o suspenda, eso es más importante que otros aspectos de su formación.

En esa hora, parece que el alumnado y/o las familias tendrán “múltiples” opciones.

¿Múltiples opciones?. No parece que las haya habido en, por ejemplo, muchos colegios privados concertados católicos. En ellos no han matriculado en la práctica, a personas que no sigan la religión católica. ¿Por qué iban a hacerlo ahora? (hay excepciones, claro). A lo anterior hay que añadir que, fruto de los acuerdos anteriores con la Fere, tienen posibilidad de no aceptar a personas que no estén de acuerdo con el “ideario” o líneas de actuación del centro.

La primera de esas supuestas opciones es la de elegir una religión, dictada por una confesión religiosa e impartida por profesorado seleccionado por ella (e incluso despedido, según los acuerdos, en especial, con la Iglesia Católica). Esa persona se encargará de dar unas notas que le servirán para promocionar (en Secundaria)como las demás áreas. ¿Qué pasa si un/a alumn@ “contesta mal” a un profesor/a confesional y ést@ decide suspenderle?. Es decir, que el alumnado que elija la opción católica (confesional en general), deberá”andarse con cuidado”, porque, al dar a esta materia la misma importancia, en la evaluación puede “caerle un suspenso” y si tiene más de dos , repite.

Eso sí, no servirá para todo aquello que suponga nota media (becas, etc). Menos mal, porque, teniendo en cuenta al gran porcentaje de sobresalientes que hasta ahora ha habido en religión católica, parecería que esas personas parten con ventaja.

Una segunda opción:elegir “religión más laica”.
Una dudas sobre esta elección. ¿Este programa estará pactado con la Jerarquía Católica? Quizá haya que leerlo más detenidamente. En un primer vistazo dos observaciones. La primera es que aunque haga mención a la existencia de personas no religiosas en la historia, adjudica a las religiones una importancia en la historia de la cultura que podría verse como absoluta. La segunda que sigue siendo un programa “arrancado” de Ciencias Sociales.
Otra duda: ¿de donde sale la plantilla para impartirla? ¿Es el tutor en Primaria? ¿y en Secundaria? No debería ser a costa de otras actuaciones en el centro, sino de aumentar los recursos. No se menciona nada. La última. En este tipo de opciones suelen abundar menos los “sobresalientes”. Si el profesorado, en Secundaria, se pone estricto, ¿se estaría potenciando que el alumnado se “pase” a la confesional o que no vaya a ninguna? Lo primero sería un poco “trampa” ¿no?. Lo segundo ahora vemos.

Llegamos a la tercera opción: no elegir religión. ¿Es realmente una opción? Hay que tener en cuenta que en las redacciones finales del decreto y la ley, se ha ido quedando más “difuminada”. La aplicación aun debe pasar por las CCAA. ¿Qué puede pasar con gobiernos autónomos como el de CyL, tan fiel a la LOCE y partidaria de la religión confesional para todo el mundo?. ¡Uf!
¿Y en la práctica? ¿ Podría el alumnado no acudir a los centros’. En la ciudad puede, siempre que los centros la coloquen en un horario respetuoso con todas las opciones. En los centros rurales, con transporte, es imposible, en los privados concertados si además tienen transporte, lo mismo.
¿Qué hará el alumnado que ejerza su derecho de no ir a ninguna religión?. El centro tiene que tener previstas actividades educativas (al principio se hablaba de refuerzos incluso, ahora…). Horas disponibles para que el centro actúe con una parte del alumnado no “suena mal”, pero aparecen alguna dudas más: ¿Estarán los centros dotados para planificar esta actividad o tendrán que hacerlo en base a eliminar otras porque no se aumentan los recursos?, mucho nos tememos que…Otra duda: si ocurre lo anterior ¿los centros dejarán de hacer algo que antes hacían o se potenciara (especialmente en Primaria), que el alumnado se matricule en religión para que esté “integrado”? Hay algunos antecedentes y “señales”, que hacen, al menos, tener en cuenta esta posibilidad. Por un lado casos conocidos en centros públicos en épocas nada, nada, lejanas. Por otro los juicios, a los que se han visto obligadas a ir, a unas familias para ver si les quitan de la pared del aula la presidencia de la cruz católica en la que no creen

En resumen, no es sólo el decreto lo que hay que analizar, también su encaje en la ley, los filtros de las CCAA, de los centros, las inercias sociales, las presiones de quien tiene gran poder de influencia, etc. ¿Llegaremos a ver una sociedad laica done la religión es un derecho que se ejerce de forma personal-particular, respetuosa y sin tratar de imponerse por encima de todo y tod@s? Por el bien de una convivencia real, ojalá sea así


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