La LOMCE acaba de salir aprobada en el Congreso de los Diputados.
Como si fuera sordo al mundo exterior, el gobierno y su grupo popular, no solo han conservado la ley como estaba, sino que han introducido enmiendas que apoyan, más si cabe, el negocio privado en los centros y fuera de de ellos, que tratan de adelgazar lo público y hacer de la educación un bien de consumo, de compra y venta que apoye el privilegio y la desigualdad en vez de lo contrario.
Aun le queda recorrido a este proyecto de ley hasta que llegue a las aulas: Senado, vuelta al Congreso desarrollo de la ley por el gobierno central, por las Comunidades Autónomas. Aun existen momentos para demostrar el rechazo de la sociedad a una ley tan clasista, tan segregadora tan dirigida a hacer de la educación un negocio.
En ese recorrido pueden aparecer situaciones tan fuertes de rechazo como la ocurrida en Mallorca. Aunque el ¿Sr.? Wert o quien pusieran, si es que cambian, cuando la ley esté ya aprobada, le llame “fiesta de cumpleaños”, despreciando la opinión de la gente o retando a que se dé más fuerte “el grito”.
Se seguirán valiendo de que “la mayoría silenciosa”, la que se queda en casa, es más numerosa, aunque sea un argumento rescatado de la época del dictador Franco cuando quería rechazar los movimientos populares.
En este caso no es así, señor@s del gobierno. Si se acercan a los centros y escuchan lo que dice la gente, verán que hay muchas, pero muchas personas que están en contra de esta ley tan nefasta, como lo están también con los recortes en Educación, principalmente en la educación Pública. Mucha gente que lo “denuncia silenciosamente” defraudada por la falta de diálogo mostrada por un gobierno en mayoría, “convencida” de que no es posible la negociación.
Quizá desde el Ministerio de Educación sí lo saben y por eso no han querido llevar adelante un debate real. Siempre ponen la escusa de que hay que cambiar y quienes se oponen a la ley no quieren hacerlo. Se utiliza como latiguillo, como un martillo con lo que machacar y machacar hasta que la gente se lo crea, de la forma en que nos tiene acostumbrado este partido. Hay mucho que cambiar ¿Sr.? Ministro, empezando por usted, pero no en la dirección que Ud. y su ministerio propone y el gobierno central apoya.
Queda mucho para que la ley llegue a las aulas y va a seguir encontrando el rechazo de la gente, de quienes defienden lo público y la igualdad de derechos en la educación: habrá medidas de protesta que serán apoyadas por mucha gente.
Desde Concejo Educativo de CyL, también pensamos que esa lucha contra la LOMCE, contra los recortes, contra la “persecución” a una educación pública, realmente universal, laica, gratuita y de calidad debe continuar mientras esta ley no llegue a las aulas, si es que llega y que, si es así, hasta pensar, quizá, en medidas para anular sus efectos negativos, aunque fuera la desobediencia. El derecho a una educación de calidad, universal y en igualdad de derechos, puede que lo hiciera necesario.