Crónica del II Encuentro 2013-2014 de Concejo Educativo de CyL, con Jaume Martínez Bonafé.
En este segundo encuentro seguimos desarrollando análisis y propuestas para el trabajo colectivo. En esta ocasión se pasó del centro, trabajado en la primera, al aula. la elaboración de un cuestionario para analizar dificultades y soluciones dadas por los diferentes proyectos de Intervención fue el hilo de la discusión que introdujo el tema esa mañana de sábado.
Lo mismo que en el primer encuentro que hacía referencia a los centros Ver crónica I Encuentro, lo colectivo en el centro, ese cuestionario y lo expuesto en la ponencia servirá para que el documento sobre “cómo potenciar lo colectivo” vaya avanzando, esta vez en la actividad colectiva en el aula.
Ya en la segunda parte, oímos las aportaciones de Jaume Martínez Bonafé :”Los desafíos de la Educación para la sostenibilidad de la vida. Las traducciones en el aula”.
Son varios lo ejes que sirven a Jaume para desarrollar su propuesta de educación que procure la sostenibilidad de la vida en el aula. Todos estos elementos deben analizarse para reconocer qué saberes se deben educar, con qué estrategias, metododologías, y curriculum, para llegar a trasladar la vida a las aula.
El primero es, según Jaume, que la educación debe desarrollarse con sujeto. Partir del sujeto, debe ser algo consciente, que le dé voz, le otorgue su espacio. Debe huirse de etiquetas y marcas como la de “fracaso”. Si partimos de su saber la perspectiva cambia, se puede construir a partir de la persona.
El segundo elemento es el educación educativa, emancipatoria, para el buen vivir. La educación nos debe dar herramientas para leer críticamente y transformar la realidad, para desarrollar el empoderamiento.
El tercer eje es el que sea pública y popular. La educación debe ser un servicio público construido, como dice el nombre, desde el pueblo que nazca de él. Se trata de reconocer culturas, establecer biografías, tomar decisiones populares, vivir la democracia en la Escuela, desarrollar la cultura corporativa, creer en la necesidad de la asamblea real y posible.
El cuarto elemento , que aportó Jaume, es una educación situada, entrañada en las realidades y en las culturas. El lenguaje nuestro se construye desde lo cotidiano, dese cada día. No se construye “desde arriba” marcado por personas “expertas”, de forma fragmentada, según lo académico. Los saberes se dan en conjunción (ecología de saberes) que parta de las raíces y de las historias de cada pueblo, de las personas. Si no será un saber único, “revelado-demostrado” pero que siempre vendrá “de fuera”.
El quinto elemento es la ciudad, ampliado posteriormente en el debate en “el entorno ciudadano” ya sea urbe o pueblo, del que,muchas veces, está fuera la escuela. De nuestro entorno físico aprendemos. Crecemos fuera de la escuela, en los espacios, vemos a diario las calles (y sus nombres por ejemplo)de los barrios o vivimos en las eras que rodean el pueblo, aprendemos de los anuncios de un hiper por el que pasean quienes son menores en una ciudad o al que se acercan con la familia desde núcleos más pequeños. Se crece por mil caminos. Debemos pensar en nuestro entorno físico como curriculum y plantearnos educar “desde la calle”, pensar en la calle como un aula.
El último elemento que Jaume Martínez Bonafé describió fue el calificó, como de más reciente incorporación: educar para la desobediencia. Se refería a una desobediencia transformadora y no una actitud pasiva de comodidad personal e interesada. Debemos entresacar los aprendizaje que han conllevado los éxitos de algunas movilizaciones sociales. Cada vez estamos más colonizad@s por normas que destruyen una educación liberadora y que habría que saltarse. Es necesario buscar estrategias de empoderamiento, tener alianzas, establecer redes para aumentar el efecto.
Ya en el debate, se puso el énfasis en el último punto, el que había marcado la necesidad de la desobediencia ¿Cómo educar hacia la insumisión? ¿para la desobediencia? Se habló de gestos a través de los que demostrar que las cosas son de otra forma: normas, espacios, tiempos. ¿Lo sería, por ejemplo empezar el día leyendo el periódico u oyendo la radio? Debemos lograr un curriculum transformador que empiece en pequeñas cosas, pequeños cambios para ir creciendo a partir de pensar sobre la realidad. No se trata de algo cerrado, sino cambiante. Hay que establecer redes que no tienen por qué ser solo de profesionales. Debemos tener consciencia del sentido que queremos darle y marcar estrategias. Debemos dar importancia al entusiasmo, disfrutar de lo que hacemos, del deseo que hace moverse a las personas. La renovación pedagógica debe correr detrás del hilo del deseo construido en espacio de relación. Debemos basarnos en la honestidad y hacerla pública. Debemos desplazar el foco de la mirada, huir de fines estereotipados, hacernos preguntas para poner en duda , por ejemplo, la fragmentación de contenido: ¿Cuál es la relación entre cómo se trabaja en el aula y como se aprende en la realidad? ¿Cuál son los problemas sociales dominantes?
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