Llegan las pruebas externas. Empiezan a diseñarse las reválidas desde los ocho años. Uno de los “grandes intrumentos” que utilizará la LOMCE para “mejorar nuestro sistema educativo”. Eso sí, según criterios de la OCDE y los poderes económicos actuales.
Rafael Feito lo define en pocas palabras en un artículo que merece la pena leer:
[Pruebas externas de tercero de primaria.Gato por liebre.La evaluación externa de tercero de primaria ya está aquí->
http://rfeito.blogspot.com.es/2015/01/pruebas-externas-de-tercero-de-primaria.html]
“Tal y como indica el artículo 20.2 de la LOMCE, el resultado obtenido en esta prueba podría tomarse en consideración a la hora de repetir curso. En consecuencia, se trata de un examen que puede acarrear serias consecuencias para el alumnado. Es de temer, como ya ocurre con otras pruebas de este tipo en diferentes países, que buena parte de la actividad docente en este curso se centre en sacar adelante este examen. Los resultados serán públicos y, en consecuencia, darán lugar a una jerarquización de los centros.
Es decir, por mucho que nos digan, se trata de condicionar lo que hagas en el aula con una prueba única y en su mayor parte escrita. Por ser escrita no presenta situaciones reales, ni siquiera en los problemas que planteará para su resolución, sino filtradas por el uso de lenguaje escrito ¿qué competencia se está midiendo?. Por ser única, mide la situación de cada alumno y alumna en un día concreto, con su situación personal, su cansancio, su predisposición a lanzarse a contestar o bloquearse ante una frase escrita…, con un montón de circunstancias que hacen que una prueba única no sea tan “única” y mucho menos tan “objetiva”. Eso solo se soluciona evaluando en la actividad de cada día.
Habría que analizar, además, cual es la verdadera intención de la prueba:
Como también dice también Rafael Feito: “El gran problema con que cuenta este tipo de examen es que, por mucho que insista en ello el INEE, no es una evaluación de competencias. Lo es, en todo caso, de contenidos curriculares. De hecho, la propia web del INEE se delata a sí misma: los modelos de referencia de la prueba son el TIMSS y el PIRLS y no el PISA…
Es decir, contenido en vez de competencias.
Como también publicó “Recuperar Madrid” el miércoles, 18 de marzo de 2015, se tata de que la prueba tenga un nivel alto de contenido:
Revalida de 3º: el objetivo es suspender al mayor número de niñ@s
Como señalábamos, el MECD había echado mano de la prueba TIMMS como base para su reválida ante la imposibilidad de aplicar a niños y niñas de 8 años las pruebas PISA, diseñadas para alumnado de 15 años. El problema es que TIMMS está diseñada para alumnado de 4º de primaria. ¿Qué ha hecho el MECD? ¿Hacer más sencilla la prueba ajustándola a niños de un año menos? Nada de eso.
Es difícil de entender pero el Ministerio de Educación -con el beneplácito o colaboración de varias CCAA- ha endurecido los ítems, lo que sin duda provocará un mayor número de suspensos ¡que si se hubieran limitado a traducir la prueba de TIMMS!
Lo que solo se explica si el objetivo declarado es suspender al mayor número posible de alumnos. TIMMS o PISA solo serían pretextos para justificar sus elitistas exámenes…”
Es decir se trata de poner un “nivel alto”, suspender, que se pueda presumir de “haber superado la prueba en un porcentaje alto para demostrar la calidad de ese centro”. Algo muy alejado de diagnosticar y buscar soluciones, como dice en la LOMCE.
La Junta de Castilla y León acaba de publicar su [decreto-http://www.educa.jcyl.es/es/resumenbocyl/orden-edu-285-2015-6-abril-regula-evaluacion-individualizad]. Es un documento a analizar, pero algunos síntomas de lo anterior pueden adivinarse. Por ejemplo, el contenido que incluye. Además, está redactado como si fuera una prueba de diagnóstico pero no lo es. Por un lado es nominal y puede seguir utilizándose para repetir. Por otro, también sirve para que un centro haga públicos sus “éxitos” frente a otros, para seleccionar más a su alumnado (posiblemente ya seleccionado antes de la prueba).
Esperemos que este tipo de principio y evaluación cambie en tiempos que no sean muy largos, para evitar el daño que puedan causar.