Intervenciones de profesorado español ejerciendo en estos países
Es una nueva perspectiva de la interdependencia: conocer de forma comparada varios sistemas educativos en contraste con el nuestro. Quizá escuchando, por ejemplo, formas diferentes de organizar la educación, podamos darnos cuenta de que existen más opciones y de que estas son posible y no solo entelequias. También de las dificultades que un país (y empeño que pone, en educar a su ciudadanía y sus pretensiones.
En esta sesión se dio un repaso por cómo es, en general, el sistema educativo de aquel lugar, qué ambiente familiar y social existe, cómo se trabaja ( metodología, atención a la diversidad, horarios, participación, intervención de las familia) y cuáles son sus puntos fuertes y débiles, comparando con España.
Aquí se recogen algunas impresiones más o menos ordenadas y se acompaña de las grabaciones realizadas durante la intervención de Mª Luisa Casado desde Bogotá en Colombia, Encarna Manzano desde Londres en Inglaterra y Mª Eugenia Rodríguez desde Alberta en Canadá, acompañada de Roberto Martín. Gracias a las tres por el esfuerzo y por ofrecernos todos esos datos comparados.
A la hora de empezar, todo parecía conectarse correctamente, al menos, lo suficientemente bien. Desde Alberta, Londres y Bogotá saludaban al lugar desde el que se iba a realizar la coordinación de la videoconferencia, en la facultad de Educación de la UVA en Valladolid. Se nos abrían un montón de posibilidades de intercambio y de crear interdependencia al alcance de la mano. Esa es la sensación que se tenía desde este lugar.
Alberta, Canadá
Abrió el turno Mª Eugenia desde Alberta Canadá. Comenzó haciendo un introducción del alto nivel de riqueza de la zona, respecto a otras de Canadá debido al petróleo y cómo eso influía en los recursos de los centros. Hizo hincapié, además, en dos características fundamentales de aquel sistema educativo. Por un lado el hecho de ser público en su mayoría o, en todo caso, de la existencia de algún centro privado, pero nunca concertado. La otra es lo “relajado” que se permite el sistema ser, sin perder eficacia. No existe ansiedad por adelantar contenido, ni a la hora de empezar a leer, ni después al avanzar en las etapas. No supone, por supuesto eso un retraso en los niveles de formación alcanzados.
El inicio en Infantil es muy “tranquilo”. Se comienza yendo dos o tres días a la semana y ya con cinco años (kínder)se va todos los días pero un máximo de tres horas. Antes, las mismas familias se organizan y, en un espacio cedido por las escuelas, se encargan de llevar adelante la jornada de sus hijos e hijas.
En la primera etapa, de 6 a 9 años, por ejemplo, lo emocional está especialmente cuidado. Se pretende que todo el mundo esté a gusto. Mostró Mª Eugenia toda la estructura en las etapas como puede verse en la presentación que se recoge abajo en la grabación, más abajo.
Se trabaja casi siempre sin libro de texto. Para ayudar en la adquisición de materiales y realización de actividades, las familias cooperan con diversas actividades. En alguna ocasión se marca algún libro de texto que vale como consulta en la clase. El trabajo, en general, es muy participativo, la dinámica de infantil es la que predomina en todas las etapas. Pueden pasarse, comentaba Roberto su compañero, que podían pasarse un día entero sin hacer nada en el cuaderno, puede que tratando de resolver un problema y sin ni siquiera luego formalizándolo. Eso para alguien acostumbrado en España a pensar que solo se trabaja si se deja todo reflejado en un cuaderno o una ficha, resulta extraño al principio.
Las clases son muchas veces compartidas, aunque suponga un grupo más grande. No existe ningún problema en eso y se forman, en mcuhas ocasiones, grupos que son realmente flexibles para realizar tal y cual tarea. A veces se hacen grupos pequeños en que se mezclan pequeños y mayores, para que se ayuden.
El nivel de disrupción, no obstante, es bajo.
La coordinación del profesorado depende mucho, eso sí, del centro y su director, que es quien marca mucho las pautas. En muchas ocasiones se produce de manera informal y no con un horario prefijado.
Respecto a la evaluación está normalizada el tipo de anotación (de 1 a 4) pero no la forma de llegar a esa anotación que depende del profesorado, si no hay una propuesta de centro.
Hasta ahora ha existido un proceso de test provinciales externos y públicos al final de cada etapa. Estos han servido también para establecer Rankings. Se ha considerado que estas pruebas generaban más problemas de los que resolvían: por la misma existencia de esos rankings, porque crear una dinámica en que se ponía el énfasis solo en contestar el test y estaba empobreciendo el proceso educativo… En este curso 14-15 desaparece la primera y progresivamente irán desapareciendo el resto.
La atención a los problemas se hace de forma casi inmediata. Existe una persona que va analizando casos concretos, aunque no interviene. En base a los informes que ella envía, en cualquier momento del curso, se aprueba la asignación de personal de apoyo concreto para el trabajo con ese alumnado que presenta carencias, en las aulas
Las familias entran en clase de forma habitual. A veces como voluntarias. Generalmente están agradecidas de que les dejan ayudar. Nunca se ve intención de control. Existen unas AMPAS potentes que recogen dinero para las escuelas organizando actividades o de otras formas.
La formación para el profesorado también se cuida. Este tiene uno o dos días al mes con un tiempo para el intercambio, mientras el alumnado hace una gran variedad de actividades. También existen jornadas asignadas a charlas y formación de otro tipo.
A cambio cada profesor y cada profesora debe hacer cada día su “plan de desarrollo personal” diciendo qué va a trabajar. Tiende a hacerse y seguirse el trabajo de forma bastante personal, eso sí.
Londres, Inglaterra
En Inglaterra el nivel de Infantil público no existe, decía Encarna desde Londres. La Educación obligatoria empieza a los seis y antes existe, a lo sumo, guarderías privadas, generalmente muy caras.
El sistema ingles está organizado, según contaba Encarna, de forma rígida. En la primera parte, de 5 a 11 años, existe un examen bastante estricto. De los 11 a los 16, el nivel de secundaria, acaba con examen necesario para lograr un certificado de la enseñanza general. En función de la calificación obtenida se puede acceder a un bachillerato de un tipo u otro o a una Formación profesional. Tras él, entre 16 a 18 años, se imparten pocas materias, entre las que se opta según la salida a la que aspires y se deben presentar a los exámenes llamados “A level” que discriminan la entrada en la Universidad según su calificación. A ella se accede por notas y también por entrevistas y con un formulario en el que deben incluirse actividades no curriculares (voluntariado por ejemplo, deportes, etc). Para elegir una universidad es necesario muchas veces pedir un crédito debido al gasto que supone.
En Inglaterra se mantiene, además, el ranking de escuelas. Los centros siguen el Nacional Curriculum y a partir de las materias de Lengua, Matemáticas y Ciencias se establecen las pruebas
La inspección es una compañía privada y tiene un funcionamiento muy exigente.
Existen bastantes colegios privados, según contaba Encarna, realmente caros. Existen colegios religiosos con bastante prestigio. Hay que tener en cuenta que en Inglaterra hay familias que se cambian de domicilio para poder acceder a un colegio u otro (lo que supone que los pisos de esas zonas, además, se encarecen).
La Red Pública es bastante compleja y está controlada en gran medida por los Ayuntamientos. Existen varios tipos de centros con características distintas. En ellos se da la posibilidad de contratar y cambiar el sistema a utilizar. Algunos como las Academy eran característicos de zonas pobres y en cambio ahora son más elitistas y se hace selección para entrar. Está desarrollándose otra modalidad de centro púbico los Free School que reciben dinero público, siguen su propio curriculum y en los que no existe selección.
En cuanto a la participación de las familias, Encarna comentaba que las AMPAS tienen mucha importancia. Hay que tener en cuenta que ellas organizan actividades extraescolares con objeto de conseguir dinero para el centro ( para huertos, pizarras digitales, etc).
Entre lo que el sistema tiene de positivo habría que señalar el que si alguien es “fuerte”, puede llegar lejos y también que siempre existe profesorado de apoyo en el aula para atender necesidades.
En la balanza de lo negativo habría que destacar que es un sistema muy clasista en el que las zonas están muy marcadas
Bogotá, Colombia
El sistema educativo en Colombia ofrece un panorama desolador y se dirige hacia una propuesta completamente neoliberal y una población en Colombia muy joven (el 45% de la población es menor de 24 años). es decir el sistema que exista hoy en día tiene mucha importancia en el futuro.
El 85% de los centros son públicos. En cambio, desde el año 2007 bajo el mandato del presidente Uribe lo público se reduce hasta un 70%. Se unen colegios y, en Bogotá, los centros públicos llegan a tener entre 680 y 4000 estudiantes ( en algún caso 7000) pudiendo llegar a tener 50 puestos por aula. Mientras, los centros privados que existen tiene una alumnado de unos 150 personas.
Puede verse la masificación también en los horarios: se dividen hasta en tres turnos (de 6.30 a 12.30h, de 12.30 a 18.30h y de 18.30 a 22 horas.
En los curriculum se poner como objetivo el que se aspire a una formación para “capital humano” y “para ganarse el pan”. La finalidad queda clara
Con esta enseñanza pública y preservando la privada, se establece un sistema diseñado para educar a las élites, aunque mientras Colombia llegue a ocupar los últimos puestos del PISA (61 de 69).
También dentro de la red de centros en Colombia, Bogotá acoge ahora 18 colegios internacionales( el 5% de centros). Actualmente están apareciendo también centros privados en los barrios para cubrir graves necesidades que existen, en los que hay que pagar algo porque financieramente no están cubiertos. Se les llama Colegio “garaje”. También existen “universidades garaje”.
En lo que respecta al profesorado, habría que comentar que lo puede ser cualquiera. No requiere titulación y el único control es que deben pasar uan serie de exámenes de conocimiento cada cierto tiempo. Los sueldos de los maestros y maestras son realmente muy bajos
La FP está casi desaparecida. Antes existían las escuelas NEM, bastante populares , en que se aprendían oficios.
Todo esto ocurre en la capital, en las zonas rurales es mucho peor aun la situación del sistema educativo. Son zonas en las que solo existen “misiones”