Ahora ya está confirmado, está en el BOE de 10 de diciembre de 2016 la supresión de las revalidas de Primaria, y las de ESO y Bachillerato para obtener titulación. También el que la titulación al final de la Secundaria Obligatoria siga siendo única.
Seguramente hay que felicitar a tanta gente que se ha movilizado a lo largo de este tiempo, a que en octubre el gobierno viera que volvía a resurgir esa movilización y a que existe una mayoría parlamentaria que representa a la mayor parte de la sociedad, que está contra la LOMCE.
No obstante, podemos extraer dos conclusiones
La primera es viendo la redacción del articulado.
Hasta la entrada en vigor de la normativa resultante del Pacto de Estado social y político por la educación, la evaluación de Educación Primaria recogida en el artículo 21 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, será considerada muestral y tendrá finalidad diagnóstica.
Hasta la entrada en vigor de la normativa resultante del Pacto de Estado social y político por la educación la evaluación regulada en el artículo 29 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, será considerada muestral y tendrá finalidad diagnóstica…
Los títulos de graduado en Educación Secundaria Obligatoria expedidos hasta la entrada en vigor de la normativa resultante del Pacto de Estado social y político por la educación permitirán acceder indistintamente a cualquiera de las enseñanzas postobligatorias recogidas en el artículo 3.4 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo
Hasta la entrada en vigor de la normativa resultante del Pacto de Estado social y político por la educación, la evaluación de bachillerato para el acceso a la Universidad regulada por el artículo 36 bis de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, no será necesaria para obtener el título de Bachiller y se realizará exclusivamente para el alumnado que quiera acceder a estudios universitarios.
Efectivamente, se pueden hacer cambios provisionales hasta que llegue una nueva ley definitiva. La cuestión es que estos no tienen por qué ser las únicas aspectos a cambiar de forma provisional de una ley “tan poco educativa” como la LOMCE. Hay posibilidad de proponer más cambios hasta que se llegue a ese pacto. Lo que desde luego debemos tener claro (y debe quedar claro públicamente) es que quitar las reválidas no es cambiar la LOMCE.
La segunda es que si se ha llegado a eso, ha sido gracias a la implicación social de un montón de colectivos y organizaciones. Es decir, si se quiere un pacto, debe ser social, debe participar la sociedad. Hay que exigirlo y ponerse a ello. Ya hay terreno avanzado, ya se sabe:https://porotrapoliticaeducativa.org/