El 1 de diciembre de 2016 se creó la subcomisión en el Congreso de Diputados. Tenía seis meses para acabar llegando a un pacto. ¿Es eso posible?. De momento, hasta febrero no se ha tenido su primera reunión.
Veamos cuál es su situación según el Diario El País de esa fecha
La subcomisión, decidirá las bases para elaborar una nueva ley educativa que sustituya a la malograda Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
Se han previsto 82 comparecencias, de las que 18 son las consensuadas – nueve sindicatos docentes, tres patronales, cuatro asociaciones de estudiantes y tres de padres- y el resto se reparten de forma proporcional. Antes de la elaboración de las dos últimas leyes educativas (LOMCE y LOE) hubo 50 y 48 comparecientes en el Congreso, respectivamente.
Habrá dos sesiones semanales, una el martes a las 9.30 y la segunda los miércoles a partir de las 16.00.
En principio parece que la cuestión no es fácil, con el tiempo que queda, aunque afirme el ministro no es un tope de tiempo rígido, un verdadero pacto necesita más tiempo.
En segundo lugar, parece que en realidad no decidirá una ley sino “las bases para una ley” ¿qué se entiende por “bases”, ¿hasta donde cierran y qué dejarán abierto? ¿sería para que elabore el gobierno el resto?
Tercero, como dice el representante de Esquerra Republicana. Joan Olòriz, oponiéndose al pacto “por una cuestión de método”. “Habíamos pedido que se derogara primero la LOMCE para trabajar en una perspectiva nueva …”
En este sentido el día 9 de marzo la comunidad educativa de la Escuela Pública se moviliza para exigir, entre otras reivindicaciones, que la LOMCE sea derogada, que ese debe ser un inicio. La única repuesta es que sean profesorado, familias y alumnado quienes primero intervengan, pero sin más garantías de participación de la sociedad.
Es evidente que la subcomisión parece que solo tiene previstas comparecencias. No es algo nuevo al preparar una ley, la misma LOMCE tuvo 50 y nada más lejos de la búsqueda de cualquier pacto.
¿Qué más hay planteado para la subcomisión? Parece que nada, ni forma de articular la participación social, ni forma de aprobación final de lo acordado (más allá de la aprobación en la misma subcomisión), ni fijar condiciones iniciales más allá de quitar las reválidas y unificar la titulación de la ESO (que está bien, pero no es derogar la LOMCE para empezar), nada. La dinámica será oír 82 voces y debatir entre sus miembros. Eso en el plazo de 4 meses que quedan, aproximadamente.
Líneas rojas desde el ministro
Se dice en el artículo: “Moneo del PP, evita hablar de “líneas rojas” en la negociación, pero el propio ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, señaló recientemente en una entrevista con EL PAÍS que mantendría dos cuestiones polémicas que fijó la LOMCE: la asignatura de Religión como materia evaluable para la nota media y defendió los conciertos educativos en centros que segregan por sexos.
Veamos la postura desde el ministerio: entrevista a Iñigo Méndez de Vigo 22 enero 2017 El País
“- Las “líneas rojas” para negociar una nueva ley
P. ¿La religión haciendo media para la nota final será una línea roja en esa nueva ley?
R. Creo que la LOMCE en eso es equilibrada, garantiza el derecho de los padres a elegir la educación de los hijos y en qué valores.
P. Eso ya estaba antes. Le pregunto si debe de estar dentro de la media de la nota final para, por ejemplo, acceder a la Universidad.
R. A mí me parece que sí, pero se tiene que debatir en la subcomisión con una mirada ancha. Aunque a mí el sistema actual me parece correcto, equilibrado y es bueno. Vamos a ver qué mayoría hay.
P. ¿Defenderán que se mantenga la financiación pública a centros que separan por sexos?
R. Ese derecho existe en todas partes, dentro del derecho de los padres a escoger la educación de sus hijos, creo que hay muy pocos en realidad. Provengo de un colegio de chicos y chicas y laico, pero creo que forma parte del derecho de los padres. Si no lo financias con fondos públicos, es muy difícil garantizar ese derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.
P. ¿Prevé algún cambio respecto a la educación concertada?
R. El sistema de pública, concertada y privada es bueno para garantizar la elección de los padres. Mi opinión personal es que es un sistema que funciona y debería continuar. Pero también es un tema que vamos a debatir.
El presupuesto educativo
P. ¿Habrá un incremento significativo para becas en el próximo presupuesto?
R. Va a ser un año presupuestariamente difícil porque tenemos que cumplir con los acuerdos de la Unión Europea que nos obligan a bajar del 4,6% a 3,1% del PIB. Son 15.000 millones de euros. A partir de 2018, será más sencillo. Pero este no va a ser un año de incrementos presupuestarios. Hemos tenido incrementos presupuestarios en becas todos los años.
P. En 2016 subió un 0,2%.
R. Tuvimos que hacer una serie de ajustes presupuestarios para cumplir con Bruselas en los que el Gobierno no incluyó las becas porque cubren una dimensión social muy importante. Creo que continuaremos subiéndolas pero de forma moderada, porque todavía tenemos compromisos exigentes con Bruselas.
P. Si hay que recortar 15.000 millones, algo le tocará a Educación.
R. Creo y espero que no afecte a Educación. En 2012 encontramos una situación calamitosa, mucho peor de lo que nos habían contado. Hubo que tomar medidas de cirujano de hierro. Esas medidas no tienen que volver a repetirse, no estamos en eso. Y para el Gobierno, tanto sanidad como educación son elementos claves, como las pensiones o las prestaciones al desempleo. Creo que ese futuro pacto social y político por la educación tiene que incluir también un pacto presupuestario.
P. Ciudadanos ha pedido que se destine el 5% del PIB y el PSOE el 7%. ¿Cuál considera usted un buen porcentaje?
R. Es difícil decirlo. Vamos a ponernos de acuerdo, sin líneas rojas.”
El ministro sí propone líneas rojas, dos según El País, pero porque le preguntó por dos. Ni siquiera lo hizo, por ejemplo, sobre la misma existencia de conciertos o de la religión confesional en las escuelas, que el mismo periodista daba por supuesto. ¿Se van a dar por supuesto aspectos como esos?
¿Y el resto de partidos? Solo se recogen dos opiniones:
Siguiendo con al artículo, eso es lo que dice el PSOE:
“Son dos puntos por los que no se puede pasar, pero contaminados por el espíritu del pacto, buscamos primero los puntos de acuerdo y entendemos que ninguna fuerza política puede ir con expectativa de que se cumplan sus programas completos”, señala el diputado socialista Manuel Cruz.
¿Cuál va a ser la actitud del PSOE? es fundamental en el resultado. ¿Pactar a toda costa, aun con esas u otras líneas rojas que no hayan aparecido?
Marta Martín, diputada de Ciudadanos llegó a decir: “El coste de no cerrar un pacto es altísimo: perderemos en cohesión territorial y social y en calidad democrática”.
¿Y el de peligro de cerrar un pacto en falso?. Tomárselo en serio es hablar de todo, pactar sobre todo, sin “dar por supuesto”, sin otras “líneas rojas” que no sean la educación universal en igualdad o la defensa de los derechos humanos de todo el mundo.