En esta sesión del Encuentro de Verano 2018, se trató de llegar a una propuesta de actuación sobre la “cotidianeidad del aula”, sobre todos aquellos elementos e inercias que muchas veces condicionan y a veces impiden, los cambios en profundidad que se quieran hacer (en el curriculum, generando de proyectos, proponiendo comunidades de aprendizaje, etc.)
Colocación de mesas, rutinas en las formas de iniciar o acabar una clase, forma de trato, etc. Son pequeños elementos que mediatizan cualquier propuesta de cambio que se haga. Quizá reflexionar sobre ellas y tener un listado de posibles “pequeñas actuaciones” fuera útil para luego hacer otros cambios de “más rango” (aunque quizá para hacer esas pequeñas modificaciones se necesiten esas otras de más calado). Llegar a ese listado de “actuaciones diarias” fue el propósito de esta sesión del Encuentro de Verano de CyL 2018.
Tras la finalización, Concejo ha decidido poner en marcha algunas en el inicio del curso 2018-2019, con un seguimiento y valoración concreto, de forma abierta y con todas aquellas personas que quieran unirse a este intento (ver referencia al final)
Esta fue la presentación utilizada que sirve de referencia a lo que aparece luego en este artículo:
Contenido
De dónde partimos
Se comenzó la sesión haciendo un breve repaso de lo que había sido este curso (ver presentación utilizada).Bajo el lema de “educActivistas, buscando soluciones” se trataba en el 2017-2018 de llegar a propuestas concretas, después de varios cursos en que los que se han ido explorado nuevos ejes temáticos:
– La Interdependencia, tanto entre personas, como con instituciones o con los territorios (ecodependencia) y las repercusiones y líneas de actuaciones que surgían en terrenos tan diferentes como el ámbito de los cuidados de las personas o del entorno ambiental habitado, el crecimiento continuo de la sociedad versus decrecimiento, etc.
– Los límites, por un lado, en su vertiente positiva, de elementos que puede permitir el pleno desarrollo de toda la sociedad o el colectivo frente al “abuso” de una parte de él. Por otra parte, como aquellos elementos “limitantes” de la persona y que es necesario sobrepasar.
Esas propuestas querían, recogiendo aquellas líneas, llegar al aula, al alumnado concreto que existe hoy. Buscar soluciones suponía combinar varias temáticas simultáneamente y no desarrollar cada una de ella de forma independiente y por separado.
Para ello se utilizó el análisis concreto de un aula (de 1º de ESO) junto con la información aportada por Concepción Fernández Villanueva, que permitió adentrarnos en qué supone la interacción educativa con el alumnado y el aula real, cómo actuamos, cómo ponemos en juego nuestras “mochilas” y cuál es la visión del alumnado con las suyas (Primer Encuentro 2017-2018. 25 noviembre 2017). De ahí nos surgió la necesidad de adentrarnos en los imaginarios del alumnado como un elemento importante a tener en cuenta en nuestras propuestas. Esto nos llevó hasta el segundo Encuentro del 2017-2018, – 17 de marzo 2018- (en medio tuvo lugar el Foro de Experiencias anual de Concejo que sirvió como muestra de “posibilidades” de actuación en diferentes campos). Conocer imaginarios del alumnado (especialmente en lo referente a la idea de “profesor” que tenían y en “cómo organizarían” ellos y ellas el aula) sirvió para saber qué elementos “cotidianos” y de forma de organización de la clase era bueno, al menos, tener en cuenta.
Era necesario comenzar ya a pensar en cómo llevarlo lo trabajado hasta aquí a la práctica y hacerlo de forma sistemática y reflexiva, de manera que fuéramos conscientes de qué íbamos cambiando. Contamos para ello, en ese mismo Encuentro con Sara Villagrá Sobrino quien nos ofreció pautas de cómo adentrarse en una investigación y cambio docente.
En resumen, para llegar a lo que se proponía Concejo en el Encuentro de Verano, se han ido “tirando de hilos de interés” que han ido surgiendo de todos esos temas trabajados, siendo conscientes de que otros temas aparecidos se iban quedando en el tintero.
Objetivos de la sesión
Existen unas inercias en el aula que muchas veces “nos pueden”: entramos en silencio, se sienta todo mundo en sus mesas alineadas en filas, el profe se coloca justo detrás de la mesa del profesor y delante de la pizarra, les advierte de que “vamos a empezar” sacad los cuadernos, el libro…”, les pide callar y comienza a hablar. En muchas ocasiones son simples rutinas que hacen que pensar en algo diferente sea mucho más difícil. Por ejemplo, para trabajar en grupos hay que cambiar las mesas, es decir se parte de una estructura que lo dificulta. ¿Qué pasaría si hubiera que cambiarlas cuando se vaya a atender una explicación porque lo normal es que estén colocadas para trabajar en grupo? ¿Por qué no nos planteamos que para que escuchen es también necesario pensar en otras formas de estar/situarnos/organizarnos en el espacio? ).
Otra forma de ver la actividad en el aula, produciría otra serie de rutinas: desde saludar, colocarse de cuatro en cuatro o en “corros de discusión” o en “U”, preguntarse en grupo “qué debemos hacer hoy” etc. Éstas son consecuencia de la actividad que se ponga en marcha. Pero ¿qué pasa si nos forzamos a cambiar esas rutinas? ¿Nos veríamos en la obligación de tener que cambiar la actividad?
La finalidad de esta sesión era tener un instrumento sencillo para “obligarnos”, de alguna manera, a cambiar esas inercias y las dinámicas del aula, como profesor o profesora, pero también como posibles propuestas de las familias o incluso alumnado que intervienen en el proceso educativo. No tratamos de decir si esa actividad luego debe ser un proyecto, trabajar centros de interés o de otro tipo. Sin embargo somos conscientes de que cambiar las rutinas debe ir dirigido a realizar una actividad cualitativamente diferente o no tendría sentido. Y para ello creíamos necesario primero analizar qué aspectos queremos trabajar.
Qué nos gustaría como profesorado
Cuando el equipo de profesorado habla del alumnado de una clase o cuando hay una conversación con las familias, se expresa muchas veces el deseo de cambio en términos de qué le gustaría que ocurriera con su alumnado y las familias.
Quiero, queremos o nos gustaría que:
- Participen más, sean más activxs dentro del aula;
- Sepan relacionarse entre ellxs creando un buen ambiente
- Traten con respeto al “profe”
- Cumplan las normas
- Sepan estar sin que haya que llamar siempre la atención
- Sepan cooperar
- Las familias cooperen
- Se “centren”
- Se sientan motivadxs
- Sean autónomxs y responsables ,
Siempre suele referirse al comportamiento o la forma de actuar del alumnado, pero, obviamente, cada deseo de los anteriores pasa por hacer cambios en el aula que afectan a todo el mundo, no solo al alumnado, aunque vaya dirigido a conseguir algo en él.
Llegar a un listado de posibilidades era la finalidad de esta primera parte de la sesión. Un listado que pudiera servir de base para el trabajo a llevar a cabo de forma individual o colectiva. Se recoge en un documento adjunto en PDF una tabla con lo que allí se llegó.
¿Qué mochila llevo para llegar ahí?
Emprender cambios en el aula no es algo aséptico, va a depender de las expectativas con las que se aborden. Las situaciones que se viven en ella repercuten en el profesorado tanto como en el alumnado e incluso las familias (aunque sea como referencia de su hijx). Saber qué le afecta más o menos es importante para saber ante qué debemos actuar con más urgencia o necesidad.
Para plantearse variar el aula es importante, por tanto, saber las expectativas con las que se abordan esos cambios, qué aspectos preocupan más y son los que primero abordar y cuáles menos.
También, obviamente, se debería llegar a conocer con las que llega el alumnado, así como los imaginarios que pone en marcha en el desarrollo del curso.
Qué afectaba más a esas expectativas positivas o negativas es lo que se pretendía deducir aquí en un sencillo ejemplo de reflexión individual y colectiva que no tenía otro fin más allá que el de hacernos pensar sobre nuestras propias mochilas. Se trataba de analizar una serie de variables en el historial del profesorado al inicio del curso (podía ser también en el de una madre o padre que quisiera ver dichas expectativas) y cómo esas expectativas cambiaban en función de algunas de las variables que se encontraba en el aula.
En la figura de abajo se muestra un modelo “relleno” a modo de ejemplo del instrumento que se utilizó (al que no se le quiere dar un especial rigor) para reflexionar sobre nuestra propia evolución a lo largo del curso en relación a las expectativas que teníamos al comienzo (el instrumento completo utilizado se recoge en el archivo en pdf):
Los elementos que surgieron allí y que podían afectar más al profesorado (y a algunas madres que allí estaban) fueron los que siguen. Lo que aparece es simplemente una muestra de opiniones que no puede sustituir al proceso de reflexión que, individual o colectivamente, cada persona realice. No obstante da idea de sobre qué elementos es necesario actuar en opinión de quienes allí estaban y que puede servir de contraste con quien realice su propia reflexión.
Aspectos que afectan en negativo (redactado desde el punto de vista del profesor/a aunque cada aspecto puede afectar a toda la comunidad educativa que rodea al aula)
– La mala convivencia, los conflictos que puedan existir con alumnado o familias
– las disrupciones y que no se llegue a acuerdos del profesorado ante ellas
– que no haya decisiones colectivas
-la burocracia
– la falta de coherencia
– Las ratios enormes de alumnado que no dejan personalizar el trato y el aprendizaje
Aspectos que afectan en positivo
– que se produzcan acuerdos entre el profesorado, que haya decisiones colectivas
– La buena convivencia entre alumnado, familias y profesorado
– La coherencia
– Que se tengan retos pedagógicos que afrontar, que exista un proyecto de centro y motivación por la educación
¿Por dónde empezar? Qué poner en marcha desde el “lunes”
El proceso final de la sesión fue el de retomar la tabla completada de pautas y plantear una puesta en común a partir de la pregunta: de todo lo que se ha dicho ¿Qué selección hacemos del catálogo inicial para poner en marcha el curso que viene?-
El resultado de lo que se consideraba más urgente fue el siguiente:
Opciones de intervención concretas más urgentes o que habría que abordar primero
En función de aquello que más preocupa se eligieron algunas pautas de actuación muy concretas con las que iniciar alguna actuación en los fines que en la columna derecha aparecen:
Para lograr… | Ejemplo de actuación |
Cambiar individualmente en el profesor/a | |
.. obligar a evitar la monotonía , variar la actividad | Registrar cambios de actividad que nos propongamos y hagamos |
… mejorar la convivencia y la confianza | No pronosticar el fracaso, felicitar por lo bien hecho |
…Mejorar el respeto al profe | El profe seguir pautas de petición de permiso y agradecimiento |
Asumir que el profesor/a es un modelo para el alumnado (y las familias) | |
…Crear espacios de participación real. | Crear hábito de preguntar al alumnado, consultarles |
… reforzar los aspectos en que sí podemos actuar | Conocer y reflexionar sobre nuestros límites ( lo que no podemos y lo que sí) |
Con el alumnado en el aula | |
… mejorar en el cumplimiento de normas | Tratar de consensuar y de establecer “compensaciones” por saber “esperar” (turno, por ejemplo) |
… un buen clima de relación que facilite la participación | Trabajar rutinas de autorregulación del alumnado tanto individual como colectivamente y para toda la comunidad educativa (alumnado, familias, profesorado) |
Potenciar las decisiones colectivas | -disponer de instrumentos de seguimiento de los acuerdos y análisis de los avances |
Con el equipo de profesorado | |
… Lograr tiempo de debate pedagógico | Buscar momentos, puntuales, de todo o de parte del claustro, del equipo de un curso, con familias, con alumnado… para reflexionar sobre el proceso de aprendizaje de forma general o de determinados aspectos concretos |
… evitar la desidia y la falta de respeto por quienes intentan promover cambios | Trabajar la autorregulación en las relaciones en los claustros |
Potenciar las decisiones colectivas | Disponer de instrumentos de seguimiento de los acuerdos y análisis de los avances |
Inclusión familiar | |
Generar cooperación , que exista información que llegue a lxs hijxs | Informar a las familias en los proyectos de centro y dar espacio para la cooperación |
… enlazar con sus interés y aportaciones posible | Organizar un “banco de aportaciones de familias” (que no sea ni profesionalizado, ni por encargos que se les haga “coser el traje de…” |
Potenciar las decisiones colectivas | Disponer de instrumentos de seguimiento de los acuerdos y análisis de los avances |
Cuidar a toda la comunidad, sentirse cuidadx | Dar importancia a “pequeños detalles” de valoración o acercamiento. |