César Rendueles: “Cómo se genera información, cómo se crea opinión en el siglo XXI”

La ponencia de Cesar Rendueles´ (catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid), corresponde a la tercera jornada de “Educar en los modelos de información del siglo XXI”, celebrada en 3 de marzo de 2022. En ella se adentra en los orígenes de la información actual y cómo conforman a la inafancia y adolescencia y a las eprsonas en general. se incluyen en el art´ículo una cróncia de lo allí dicho y la grabación de la sesión.


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Crónica la de exposición

Introducción

Comenzó Cesar Rendueles, después de los agradecimientos por la invitación, haciendo una apreciación: no se puede hablar de jóvenes en general, la juventud como categoría social es un hecho muy reciente.

La principal conexión de quienes tienes de 6 a 16 años es la escuela y esta es un medio creado artificialmente por el mundo adulto. Allí permaneces hasta acabar la etapa de adolescencia seis horas al día con personas de su misma edad a las que se supone que se parecen. Esto es una excepcionalidad histórica, decía. El algo mítico, continuaba, que sean son una masa homogena que solo se diferencia a partir de cierta edad acaba con una diferencia enorme.

Al analizar los los medios tecnológicos y la adolescencia se combina lo anterior con otras creencias también míticas en torno a lo que ocurre con los medios comunicación

En la charla se plantea una crítica de algunos paradigmas dominantes en la comunicación digital en los que participamos todos y todas .

Nuestra concepción d e lo digital está atravesada por mitos porque ha ido adquiriendo un papel central en cómo las sociedades se ven a sí mismas : lo que somos o queremos ser, anhelos, sufrimientos…

Las creencias sobre lo digital tiene, a veces, un carácter variable. La visión en los 80 era muy distópica. En el cambio de siglo se hace más utópico existe creencia de que lo digital supone una ruptura que, desde el adulto es sobrevenida y en cambio los jóvenes lo viven de forma plena .

Cesar Rendueles plantea en su exposición, una crítica de algunos paradigmas dominantes en la comunicación digital en los que participamos todos y todas .

Viene a criticar ese discurso rupturista analizando cuatro discontinuidades supuestas, presentes en el discurso dominante .

Primera discontinuidad: ruptura generacional

La primera desde el discurso dominante, decía César, es una discontinuidad generacional . Existe la creencia, decía, de que lo digital supone una ruptura que los jóvenes viven de forma plena. Prezsky la recoge en lo que llama “nativos digitales” y ese sería el motivo de que la niñez y la adolescencia , tiene habilidades , formas de relacionarse y habilidades fundamentalmente diferentes a las de la persona adulta( que es “sobrevenida” a las nuevas tecnologías). Eso marcaría diferencias en lo modelos de aprendizaje. Se llega a decir que las tecnologías digitales generan cambios neurológicos. La tesis de los nativos digitales es muy limitada, en boca de Cesar Rendueles o directamente falsa. Si con 4 años manejas los móviles es porque se simplifica su uso para para que se usen con esa facilidad, desde la niñez, e incluso lo hagan chimpancés, decía César .

Tampoco está demostrado que las tecnologías digitales mejoren el rendimiento en el aula, añadía.

La adolescencia y juventud tiene una relación con la tecnología tan poco creativa como las personas adultas. La diferencia es que están en un periodo de vida complejo. Pensamos que es un problema juvenil y no es cierto, el jefe nos tiene controlados 7 días a la semana como ocurre en la juventud con otros usos. Podemos comparar los datos de uso de móviles y no exste tanta diferencia entre las personas jóvenes y lasa adultas.

Segunda discontinuidad : el cambio de identidad personal

La segunda discontinuidad, muy asumida en general, está relacionada con la identidad personal, decía Cesar Rendueles. Nos cambian, se dice, el yo digital es sustancialmente diferente de nuestra realidad analógica (coherente más o menos). En la digital todo es más fragmentado, diverso. En el mundo adulto (“migrante digital”) se dice que también se sufre, pero es limitado. Quien es “nativo digital” ya ha nacido así.

Es esta, decía el ponente, una mala descripción de lo que ocurre, aunque adoptemos una identidad distinta en redes. Por muchas razones. Puede tener algo de verdad pero coincide con una subjetividad que subyace cuando nos definimos como consumidores en contextos mercantiles. En ese contexto no se está atado a una marca, se va cambiando, el mercado nos reclama que nos vinculemos a una u otra.

Los procesos de mercantilización han ampliado los espacios en que nos comportamos de esa manera, como consumidores. Por supuesto, decía, en la compra, pero también en sanidad, educación, cultura… Ese modelo de identidad personal fragmentario nos parece atractivo porque nos permite relacionarlo a través de la tecnología con el resto, como en el mercado de consumo. De esta forma se difuminan los conflictos de nuestra vida, las lealtades, los compromisos que se viven en lo personal. En lo digital bloqueamos a alguien y ya está, en lo personal el “alguien” no desaparece por arte de magia.

En los jóvenes se manifiesta de forma enfática la comprensión de las tecnología en cuanto a identidad. Estamos todos en lo mismo pero en los jóvenes es más visibles .

La digital crea identidades presentes muy intensas pero muy débiles, genera un tipo de narcisismo, una identidad que necesita retroalimentación permanente: menciones de Whatsapp, de Facebook,.. Es algo neurótico, comprobamos que existimos pidiendo que nos reconozcan porque tenemos una identidad muy débil. Nos falta ese “apego sereno” en Twitter o en Facebook . Cuando tenemos pocos años nos podemos alejar del padre o la madre sabiendo que están ahí. No hace falta “tocar” continuamente. Eso proporciona autonomía. No ocurre en las redes. En los jóvenes esto es más visible (no más grave) acababa diciendo Cesar Rendueles respecto a esta discontinuidad.

Tercera discontinuidad: comportamientos y relaciones sociales

La tercera discontinuidad hace que nos comportemos como si lo creyéramos aunque no sea cierto. Corresponde a la de los comportamientos y las relaciones sociales. Decimos que son reticulares por la tecnología. Es algo extraño. Sería bueno reflexionar , decía el ponente, por qué piensan que es una ruptura respecto a la sociedad tradicional. Según el modelo tradicional sobre grupo social existe una diferencia entre grupos primarios y secundarios. Los primeros con cálidos, cercanos, con miembros insustituibles. Por ejemplo la familia, Los secundarios son fríos, dirigidos a una finalidad con normas democráticas, con miembros sustituibles. Por ejemplo el centro de trabajo. Esa división se rompe, se dice, en lo digital. Un grupo en red puede ser una relación cálida, ahí dejo ver aspectos de mi vida desconocidos para otros, pero, a la vez, son relaciones débiles. Esa diferencia tradicional ¿era real? Se preguntaba Cesar . El mundo fuera de la familia, por ejemplo, seguía, no tiene por qué ser frio siempre. En los hogares hay relaciones de poder y fuera de ellos puede haber calidez y solidaridad. Sería mejor entenderlo como un continuo con limites mucho menos definidos, continuaba. En las redes puede haber una relación mayor pero también en una huelga que vivimos situaciones muy cercanas..

Ese efecto disruptor y multiplicador de las tecnologías digitales se puede atribuir a todo tipo de sistema de comunicación. Muchos de ellos se plantearon hace mucho, tras la aparición del telégrafo, el teléfono o la radio. Se hablaba de “vecindad sin cercanía” al analizar el efecto del teléfono.

En los años 30 del siglo pasado, con el teléfono, cambiaron las redes de asistentes en las relaciones pero no las sustituía sino las aumentaba. Algo parecido ocurre en las redes, proseguía: la juventud, en general, se relaciona en las redes con gente cercana, con afinidad y, a veces, surgen conexiones inesperadas en la lejanía.

Las redes sustituyen el tipo de relaciones. Eso sí lo hacen jóvenes. A veces está condicionad el cambio por su incapacidad de relaciones cara a cara o porque no tienen espacios o momentos para hacerlo. Espacios no dirigidos están cada vez más limitados (en otros países es peor).

En todo caso cuando tienen ese espacio prefieren la opción real y la digital supone un complemento

Cuarta discontinuidad: la transformación política.

Se dice que las redes ofrecen un espacio nuevo y positivo de intervención política, comentaba Cesar Rendueles. Se suele añadir que las personas jóvenes tienen más capacidad de intervención transformadora, ejercen mayor liderazgo. Tapa eso una trampa: no tienen espacio en los otros ámbitos sociales y se les deja las redes.

No niega el ponente que no sean importantes la existencia de corrientes de acción contrarias a lo hegemónica, que haya posibilidades de formarse en terrenos que antes eran costosos y también para conexiones políticas. No obstante cuando se habla , decía, de esa posibilidad no es que haya más acceso a la comunicación o la información sino que, se dice, que las tecnologías estarían transformando la sociedad civil y reconstruyendo la tradicional. Es en realidad una ampliación de la esfera pública. Tiene un largo desarrollo. Lo estudió ya Habermas para foros ciudadanos en el siglo 18. Ahora se dice que internet se estaría reconstituyendo la razón al margen de lo hegemónico.

Bastante poco optimista en eso, decía Cesar Rendueles.

La revolución tecnológica en el ámbito político no se ha producido o ha sido muy leve afirmaba el ponente. La hegemonía ideológica en medios de comunicación es la parcialmente tradicional o es una derivación de ese espacio. La creación de opinión pública sigue siendo la tertulia como antes, afirmada Cesar . Los youtubers siguen repitiendo los discursos de la COPE que cuenta con personas de siempre. Hay dinámicas innovadoras pero los espacios comunicativos son una transformación de los tradicionales. El principal cambio es, añadía, es la desarticulación, es decir la desaparición de los mediadores tradicionales , reconocibles con dinámicas y posiciones ideológicas estables. Antes era la prensa liberal el País, el Mundo, New Yor Times,… Sabíamos las posiciones de cada cual.. Eran medios, muchas veces, pertenecientes a grandes fortunas familiares con fuertes identidades. En gran medida han desaparecido: Tienes eso que tiene que ver con la forma de financiarse más que con la dinámica nueva. Han entrado grandes financieras, se ha precarizado la profesión que no les llega ni para vivir de una corresponsabilía.

Un segunda cuestión para no creer en los efectos políticos de la tecnología es que no parece que sea algo positivo. Las dinámicas tecnológicas tienen efectos monopolistas brutales. Nunca los ha habido tan grandes como con las grandes empresas de ahora y la concentración de poder mediático y tecnológico. A veces nos hacemos muy sensibles en las herramientas y nos quedamos “ciegos” respecto a los procedimientos con las que se usan . Antes se pedía desde la izquierda crear medios comunicativos directos y ahora es muy marginal esa petición. Ese carácter de supuesto cambio no existente, nos ha hecho abandonar la propuesta rupturista de crear medios .

En otro tiempo se podían identificar, ver sus sesgos y desconfiar de los medios. Ahora no es así. Las personas jóvenes padecen ese proceso de des- institucionales y viven un universos con un montón de fuentes sin referencias para ellos y ellas, inconexas o con conexiones desconocidas ( que tiene que ver con los oligopolios y permanecen “tapadas”). Es este, por tanto, decía Cesar Rendueles, un problema de las personas jóvenes y nuestro, aunque tengamos algo con lo que comparar

Concluyendo

Cesar Rendueles se mostrada escéptico en las cuatro discontinuidades.

La fe en las tecnologías de comunicación como motor de cambio histórico, sobre todo progresista, decía, es un poco ingenua (no inocente) porque todo guarda relación con los distintos procesos de mercantilización contemporánea.

En las personas jóvenes se dan problemas comunes a toda la sociedad y que tienen que ver con los procesos de desinstitucionalización que ofrece la mercantilización y que afecta a medios y también a otros espacios como la educación.

En aulas confiamos, “ingenuamente” comentaba el ponente, en la tecnología para que salve nuestro proyecto progresista e incluso usamos la tecnología en el aula de forma acrítica contribuyendo a normalizar el uso hegemónico de la tecnología como si no hubiera nada que poner en duda. Ello nos impide tener una comprensión critica o acceder a usos alternativos para que sean menos alienantes. A veces el atarse a la tiza de forma vehemente tiene que ver con eso, aunque tampoco sea una salida, desde su punto de vista. Eso pasa en otros ámbitos en la creación de medios.

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En el debate

En el debate habido después surgieron algunos comentarios y reflexiones muy interesantes y que pueden verse en la grabación que se adjunta.

En ellas Cesar Rendueles aclaraba varias cosas. Por ejemplo reiteraba que las conexiones en redes de la gente joven( y más adulta) es fundamentalmente con personas del entorno, pero que eso no quita que puedan conocerse otras lejanas que pueden enriquecernos, en muchas casos.

Ante la sensación planteada por quien da clase descontrol ante el alumnado y su forma de informarse o comunicarse de hoy , Cesar respondía que hay cambios en los adolescentes pero él era partidario de plantearlo como una continuidad en la que se producen variaciones. Por ejemplo, decía, el acoso siempre ha existido, pero ahora le `prestamos atención. La diferencia es que ahora el problema no acaba al llegar a casa puede ser un acoso”7/24” . En todo caso ocurre lo miamos, añadía, que con el trabajo y el control de la empresa.

Ante la cuestión de que cambios supone o no las redes, Cesar Rendueles reiteraba que estas están presentes en toda tu vida cotidiana , no solo en la adolescencia y en que se exacerba el consumismo: las fotos, la forma de posar…. Quizá el mundo comercial, añadía, se desvincula de la compra y coloniza la vida al completo, Eso sí sea quizá, decía, un mayor cambio. También el que desaparecen los mediadores y orden . A veces , se buscan mediaciones como las plataformas de series de TV. Con este cambio, volvía a decir, quien no haya vivido lo anterior está perdido.

Los medios , decía en otro momento, llenan falsamente muchas soledades, se deja de interactuar desde que son pequeños. `problemas de relación de comunicación a que les han indiciado la gente mayor. En el mundo adulto aún peor

También dio respuesta a la preocupación porque las redes anestesien el aprendizaje político que le hagan valer con un “me gusta”. Cesar decía que se partía de unas dinámicas de participación política muy débiles, con una tasa de asociacionismo en España muy baja y en decadencia. Somos un país movilizado pero son movilizaciones muy evanescentes. No se convierte en energía asociativa. No hay espacios de politización incluso para gente muy formada con muy buenos discursos y formación. Los espacios de 15M o feminista no han cristalizado en algo permanente. La gente joven están bastante sola para intervenir políticamente. Por opto lado las redes actúan como adormideras que no le permiten tener pensamiento crítico. Las opiniones se hacen sin matices, me gusta- no me gusta. Son “ortopedias” contestaba Cesar,pero lo que sí hacen es generar identidades muy “duras” de sí o no , con tomas de partido muy extremo.

Al hablar de la atención que desean conseguir las redes, comentaba que estas succionan la atención y hacen lo que sea para competir por ella. Las redes generan “activistas sin cabeza”, añadía Cesar y eso se alimenta desde la niñez hasta la universidad, No hay momentos de reflexión. Siempre hay “·deberes” que hacer,. Incluso en la universidad. Hace falta tener espacios, decía, donde potenciar la atención de forma tranquila y más prolongada, la reflexión y las aulas son un buen sitio para eso. El uso de tecnología debe hacerse respetando esto. Estos, ademas, deben ser espacios donde te puedes equivocar, Habría que trabajar ese síndrome de la atención inducido pero habría que blindarse contra él.

Ante la reflexión sobre “ el poder del espectáculo al que se entregan las escuelas ahora” Cesar Rendueles habló de la sobreexposición que generan y que alimenta al mismo algoritmo. En la escuela y el resto de ámbitos ocurre igual. Parece una “obligación” esta sobreexposición y en la adolescencia se padece mucho .

Existía una duida entre las personas asistentes por el aumento de la brecha de género en las redes.

Desde la nuevas tecnologías que van del videojuegos al postureo, Cesar ponía mas el acento es la poca incidencia de cambio en las diferencias de género en el mundo de consumo, comparando como en otros campos sí ha habido evolución( trabajo, relaciones, etc) y aquí se siguen reproduciendo estereotipos que dicta la publicidad. También, continuaba diciendo, es que vivimos un reflujo sexista homófobo… estrechamente vinculado al ascenso de la extrema derecha y eso tiene su reflejo en redes sociales. Oponerte al sunami consumista es quizá lo más difícil, sentenciaba. O tenemos muy integrado. La pornografía es un ejemplo de ese consumo. No es solo problemas de tecnología sino en su relación con consumo

Para cerrar el debate Cesar , contestando a la última pregunta, volvía a reiterar que los y las jóvenes son tan diversos como los adultos no podemos solo generalizar y que falta espacios para la autonomía.

Grabación de la sesión

En ella, ños primero 45 minutos corresponden a la exposiciónde Cesar Rendueles y el resto a las preguntas, comentarios, … que le siguieron