Luis González Reyes, miembro de Ecologistas en Acción y autor de “La Espiral de la energía”
Ponencia impartida en el Encuentro de Verano de CyL de 1 de julio de 2016
Contenido
1.- Introducción
Tras comentar las grandes relaciones entre los conceptos implicados en los límites y en la interdependencia, como eje de Concejo anterior, comenzó Luis González, mencionando los dos ejes que iban a marcar su discurso.
Señalaba como fundamental la dicotomía e interrelación entorno-sociedad. El entorno marcando “lo posible” los elementos infranqueables, los límites de los campos a desarrollar.
En este sentido utilizaba el ponente, el concepto de energía, por ejemplo. Así desarrolló en una primera parte de la charla la historia de la humanidad basándose en la energía utilizada como elemento entre la dicotomía del entorno y el ser humano: energía necesaria para el ser humano para alimentarse, moverse,.. y energía que gasta para cazar o cultivar o generar las herramientas a utilizar. Esta interrelación, que condiciona toda nuestra forma de vivir, se mueve entre los límites ambientales que el entorno impone y las reglas o limites que la misma sociedad impone y que condicionan el mismo entorno. No se refería solo a las fuentes de energía posibles, sino también al alimento que hace que la especie humana subsista y puede ejercer su actividad. De este modo entraría como energía el propio alimento y la forma de conseguirlo más inmediata y no almacenable (la caza) o el que sí puede almacenarse y se acumula el grano procedente de los cultivos. En cuanto a la energía como instrumento se refirió a elementos como el fuego y su control (u otros en otras épocas de la historia), como un elemento de gran importancia en el tipo de vida, alimentación etc., de la especie humana.
Todos estos elementos y otros que señalaba en otras etapas de la historia, no son algo ajeno al tipo de vida que lleve la colectividad y en las posibilidades y opciones en la vida personal. El mismo concepto de individualidad y colectividad se pone en juego, condicionado por esas condiciones.
El segundo elemento es la misma sociedad marcando las posibilidades, las “reglas” que se quieran imponer que serán cambiables. Es decir, aunque muchas normas sociales están condicionadas por los límites que impone el entorno, es la misma sociedad la que puede ir cambiando y ensanchando esas posibilidades, esos límites del entorno en función de sus propias reglas. Por ejemplo, el uso del fuego supuso posibilidades mucho mayores de actuación de las que antes había, a la vez que un mayor uso de la energía o, por ejemplo, grandes instrumentos ideados por el ser humano como la máquina de vapor, que cambian las relaciones con el entorno y los límites en la explotación energética de éste. Estas nuevas condiciones ambientales, del entorno, establecen nuevos límites, condicionan un nuevo orden social y permiten nuevas formas de vida, que, a su vez, pueden dar lugar a nuevas opciones, nuevos instrumentos y nuevos ”ensanche” de las posibilidades y los límites posibles.
Supone esto, por tanto, un análisis de cómo van cambiando los límites entre lo ambiental (posible) y social (la regulación) a lo largo de la historia de la humanidad, hasta llegar a la situación actual.
Son importantes conocer esos límites sociales, que cualquier organización social tiene que van a influir en elementos como el grado de colectivización o individualidad, la jerarquización que se establece, etc : “hablar de límites sociales supone hablar de potencialidades, decía Luis González: limitar la acumulación, supone facilidad para la redistribución; limitar la jerarquía, supone una mayor posibilidad de expresión”.
Los límites ambientales, no son cerrados, la sociedad los ha ensanchado, basándose en sus nuevas posibilidades. Impone unos nuevos límites sociales. Aun así los límites ambientales condicionan pero no imponen, dependerá de la norma social que se quiera.
2.- Algunos rasgos históricos del desarrollo Entorno -sociedad.
Luis González desarrolló cada etapa de la historia de la humanidad, basada en la dicotomía entorno-sociedad, exponiendo la historia de los límites basada en el “diálogo”, la interrelación, que existe entre lo ambiental y lo social.
Primera etapa: sociedad de caza
La primera de esas etapas históricas, según el ponente era aquella basada en la caza, en la que señalaba dos aspectos importantes. El primer rasgo era un límite energético muy cercano, en el que no era posible almacenar esa energía. La energía, para el ser humano, provenía de aquello que cazaba y que, eso si, había que utilizar “en el momento”. El segundo que ese acceso era universal, cualquiera podía disponer de sus propios instrumentos de caza. Era un estado relacional en el que las personas tenían que actuar como colectivo. El grupo era un elemento de supervivencia necesario.
Una organización así, suponía muchos límites. La necesidad de compartir crea una situación de igualitarismo, de pocas guerras, de sacralización.
La segunda parte de esta etapa corresponde, añadía el ponente, a la etapa ambiental-técnica, con el uso del fuego. Este rompe los límites naturales anteriores que cambian las posibilidades y la relación social: cambios en la alimentación, en las opciones de caza, en la socialización por la noche que genera más temas de conversación… Existen, además, en esta época más herramientas que aumentan le eficacia.
2ª etapa: sociedad agraria
Supone, comentaba Luis, un aumento de las posibilidades energéticas, al ampliarse la fuente de alimentación. Especial importancia tiene el hecho de que ahora se puede almacenar en forma de grano. Como consecuencia el acceso se hace algo menos universal: ahora existe la posesión de la tierra.
Los cambios más importantes, que condicionaba la forma de vida y relación, en boca del ponente, eran:
Uso de más energía, pero también se usa más energía para conseguirla (es necesario cultivar, por ejemplo, cuidar el asentamiento…). Se calcula, decía, que en esta época se usaban jornadas laborales de ocho o nueve horas y más intensiva que en la época anterior que, además, había sido de cuatro o cinco horas.
Sedentarismo que supone un cambio radical en los límites sociales. Si antes se cambiaba de lugar de vida, ahora no y eso supone más seguridad y un comercio en que intercambiar recursos.
Aumento de la complejidad social: existen más nodos en el sistema, más interrelaciones, comercio, más especialización, una gestión más sofisticada (necesidad de guardar simiente, de resolver lo que hacer con excedentes, de regar)
Se conserva la armonía con el entorno, pero se comienza a distanciar: se cambia el medio para plantar unas especies determinadas y no otras.
Esos cambios cambian los límites físicos:
- Se imponen límites sociales y acciones diferentes. Por ejemplo, es necesario dedicar más horas, alguien que se responsabilice del almacenaje.
- Se crean nuevas libertades, ahora el ser humano es actor, no depende tanto de la Naturaleza.
- Siguen siendo sociedades igualitarias.
En, hace aproximadamente 600 años (que se corresponde con…*) comienza a aparecer la jerarquía, la diferenciación, la quema de tierras, el patriarcado. Es un momento en que se está saturando las posibilidades de explotación en algunas zonas. Este aspecto empuja a cambiar los límites ambientales: se hace necesario “ensanchar” los límites ambientales. Eso lleva aparejada la ruptura de los límites sociales con sus valores correspondientes.
Las con secuencias, en boca del ponente, fueron tres:
Algunos hombres se conciben allí como individuos aislados que se imponen, no como colectivos.
En lugares con pocos recursos se producen hambrunas.
En los lugares en que se acumula energía (en forma de grano seco), muy pocas personas controlan la opción de energía que existe.
3ª etapa. Capitalismo
Son varias las características sociales y ambientales que Luis González atribuía a esta época.
En esta época, decía, se produce una característica en esa interrelación entorno-sociedad: el agotamiento de las tierras. Como consecuencia:
Se producen guerras de conquista, se recurre a nuevos recursos, procedentes de América (“ensanche de los límites”).
Se genera un proceso de acumulación de riqueza en sectores históricos y nuevos (campesinado)
La represión de las luchas sociales bien por la fuerza o por moniterización
Como consecuencias de las luchas no se paga ahora a los “señores” en especie, sino con dinero.
Todas estas condiciones generan, decía, una nueva ruptura de los límites:
Aparecen unos nuevos valores : la internacionalización ( excepto China que sigue otro camino)
Se rompen los límites de la energía anteriores (mayor necesidad de transporte mundial, por ejemplo).
Se ensanchan los límites ambientales ( conquista de América)
Se generan un nuevo orden con nuevos límites ambientales que implican la monitorización.
Se generan así cambios como:
Una explotación más sutil. Se hace ahora un trabajo para el señor por un salario.
Se hace necesario crecer continuamente, para reproducir capital, de forma imperativa (por ejemplo el banco central prestan a los bancos a un % determinado. Estos prestan a las empresas a un % mayor. Las empresas deben crecer continuamente para devolver el los préstamos con un % creciente)
Se produce una aceleración del tiempo que rompe algunos límites (por ejemplo el del descanso).
Nuevos valores: competitividad, propiedad privada, individualidad, que genera nuevos límites sociales.
4ª etapa. Metabolismo industrial
Señalaba para esta etapa, el ponente, una acumulación del gasto de energía, que se almacena, se acumula en pocas manos y con unas grandes dosis de versatilidad en su uso.
Se producen una serie de cambios, entre los que señalaba:
Mayor complejidad social
Una separación ilusoria respecto a los límites ambientales.
Un cambio en la relación espacio-temporal: facilidad de transporte, globalidad
Aumento de la dominación: se ha expande, con una penetración social enorme.
El uso de combustibles que llegan a mucha más población, ese aumento se hace de forma exponencial.
Todo eso supone una nueva ruptura en los límites sociales y ambientales (viene marcado por el fin del Carbón en Inglaterra).
El presente
Vivimos un nuevo momento de ruptura. Nadie podía pensar que esto se iba a acabar. Así comenzaba a explicar Luis González la situación presente.
¿Por qué se produce una nueva crisis de los límites?
En lo económico:
Se produce un fin de un ciclo sistémico de acumulación, un caos sistémico producido por el fin de una potencia, USA y el surgimiento de nuevas potencias.
Existen límites en el sistema económico que van a provocar esto:
o La reproducción de capital va cayendo y lo hace de forma sostenida, no le es posible expandirse más.
o Existe una degradación ambiental imparable.
o En una economía neoliberal, basada en la compra y la venta. Se produce una gran una deuda acumulada que hace difícil la compra y la continuación de la dinámica que le es propia. Esto provoca parálisis y crisis del modelo.
En lo social:
Existe más desigualdad que nunca lo que implica desigualdad ante el poder
La reproducción social de los cuidados actual se está acabando: los cuidados los han venido ejerciendo las mujeres. En un momento en que la mujer ha logrado salir al mundo laboral, la jornada de la mujer se ha hecho doble o, a veces, se han comprado determinados cuidados, se han trasladado a la cadena de mujeres. Esta situación se rompe debido a la crisis y la pobreza. Esta misma crisis ha hecho que desaparezcan muchos servicios del estado agravando el problema.
Posible futuro ¿es posible otro ensanche de los límites?
La ruptura implica una crisis ambiental, aunque esta vez ya no hay posibilidades de ensanche: ahora ya está extendida por toda la Tierra. Esos límites constriñen el orden social. El grado de ruptura es enorme
Pérdida de diversidad sobre los ecosistemas que nos proveen es similar a la de la época de los dinosaurios. Está provocada por la acción humana: fertilización, tratamiento químico de plagas, farmacopea, política alimentaria, clima,…
Agotamiento de recursos fáciles, por ejemplo Cobre para la electricidad, Galio para armamento, Fósforo para fertilizantes.
Cambio climático, que entra en un punto de inflexión. La evolución no es lineal. Puede llegarse ( si no se está llegando ya ) a un punto de inflexión de irreversibilidad. Así romper ese equilibrio supone, por ejemplo, al deshelarse los polos, que una gran superficie blanca del Planeta desaparece lo que supone una mayor absorción de calor. También que, por ejemplo, al deshelarse determinados suelos ahora helados, que retienen Metano, este se liberará generando un efecto invernadero mucho mayor. Podría llegarse a una situación en que las plantas fueran emisoras de CO2 en vez de al revés en su balance total de gases a la atmósfera.
Aun cuando se haya aprobado una reducción de emisiones para lograr un aumento de, solo, 1,5ºC (que supone 350ppm) harían falta una reducción del 6% anual desde 2013 y hasta 2050, para que ascenso de la temperatura madia fuera más lenta.
Pico del petróleo, que parece que hemos pasado desde 2005. Estamos agotando el petróleo. Los precios se hacen muy variables, la cantidad es menor y solo aumenta el de peor calidad.
Otros combustibles también tienen sus propios picos que probablemente sean el 2020 para el gas, 2030 para el carbón, y menos de 2020 para el uranio.
¿Se pueden ensanchar los límites como en otras ocasiones? Se preguntaba el ponente. ¿Son posibles nuevos órdenes sociales y nuevos límites? Argumentaba después que:
No hay alternativa energética posible con la misma calidad.
Ni las energía renovables ni las agroalimentarias lo son. Las primeras tienen una baja tasa de retorno (energía necesaria para producir la que queremos). La que es necesario gastar en su construcción hace que esta sea de 1 invertida por 3 producida (mientras que la del petróleo es 1 a 18). Incluso puede decirse que estas están subsidiadas por el petróleo (instalación, construcción, minerías).
En el caso de los agroalimentarios hay que añadir el trabajo de transformación para conocer su tasa de retorno.
Otros gases tampoco tienen una tasa de retorno rentable, cercano al 1/1, como el Hidrógeno, con dificultad de producción y el fracking con, además, un grave daño ambiental que necesita romper la roca dura en que está embebido.
En lo que hace referencia a la energía nuclear, señalaba, que la fusión también tiene su propio pico, además de tener graves problemas asociados como el de los residuos. Respecto a la de fusión es una fuente que no se sabe utilizar de forma controlada, aunque se están utilizando grandes inversiones en ella. La energía de fusión es la eterna promesa.
Muchas de las fuentes que se presentan como alternativas para sustituir la cantidad global actual, suponen la generación de energía eléctrica. En realidad el gasto energético es solo el 15% del total. El mismo gasto energético necesario para reconversión sería bestial. Aunque se piense, por ejemplo en la utilización del coche eléctrico, para el transporte pesado sería imposible.
¿Otras formas de ensanchar los límites? Se preguntaba Luis González
El crecimiento económico está ligado necesariamente al consumo de materia y energía. En todos los análisis las curvas de crecimiento suponen curvas ascendentes de ambas. No hay posibilidad de “desmaterialización”, de que se produzca un supuesto “desarrollo”, un ensanche de los límites ambientales sin que eso suponga una mayor necesidad de dichos materiales.
La cuestión está en que no es posible sustituir, encontrar nuevos materiales para utilizar, decía, porque ya usamos todos los que existen (y en toda la Tierra , sin quedar zonas grandes sin explorar ) y resulta imposible reciclar todo.
Generalmente acudimos al mito de la ciencia, comentaba, con un: “ya habrá algo”
Entre los argumentos que utilizaba estaban:
Tenemos un sistema tecno energético nada sistémico, que para nada tiene en cuenta las interrelaciones que existen.
La Ciencia está al servició del mercado, resulta muy difícil cambiar eso.
En adelante será cada vez más difícil llegar a inventos que supongan cambios cualitativos. No es muy posible llegar a algo como la máquina de vapor, con la repercusión que tuvo y en la que participó relativamente pocas personas. Actualmente es necesaria mucha más inversión y la utilización de muchos más recursos.
La gran complejidad existente hace crear más incertidumbre sobre los límites humanos. El sistema tecno científico implica, además de materia y energía, conocimientos que son imitados.
El cambio ambiental está íntimamente relacionado con el cambio económico y requiere una reconfiguración.
¿Escenario futuro? Eso se preguntaba el ponente, tratando de hacer un simple ejercicio de posibilidades.
Estamos en el fin del metabolismo industrial. Tenemos que pasar de un escenario en que se utiliza muchísima energía a otro en que habrá menos energía, poco almacenable, controlable, poco versátil. Será un escenario en el que parece que será necesario reducir la complejidad, esa reducción podrá traer aparejada una menor dominación, una relocalización. Es posible una vuelta a escenarios más locales, con una disminución de los límites ambientales, al revés que en otros cambios habidos, que supondrá nuevos límites sociales.
Por hacer con orden habría varias cuestiones en las que fijarse
1.- Antes se ensanchaban los límites ambientales posibles. Ahora disminuirán.
2.- La reducción de esos límites posibles implicarían una menor dominación:
al revertir la globalización sería necesaria menos estratificación
las decisiones se tomarían de forma más cercana, eso podría suponer un sometimiento más cercano, más claro, lo que provocaría más posibilidad de respuesta a ese al “apropiamiento” del poder de decisión.
el ser sociedades más locales, supondría una gestión más democrática y menor control de la información. También más autonomía en el acceso a esa energía renovable.
3.- La economía se haría más local y agrícola con un orden social distinto (no está claro si mejor o peor, pero distinto).
4.- Se produciría un descenso del consumo.
5.- Una destrucción de la capacidad productiva y una recolocación, como consecuencia.
Todo lo anterior podría suponer:
Nuevos formatos económicos: locales, diversos, donde pierde importancia la economía capitalista para aumentar la doméstica.
Pérdida de población debido, posiblemente, a guerras, escasez de recursos, falta de medidas sanitarias, de agua potable, por crisis alimentarias
Despoblación de las ciudades provocado por la huida hacia los sectores primarios
Desinternacionalización posible, desaparición de muchas instituciones internacionales, vuelta a los estados ¿al feudalismo?. Los territorios tenderían a independizarse o puede que se “feudalicen” si pasan a depender de “señores”.
Pérdida de conocimientos, debido a:
La desinternacionalización: un soporte esencial de la internacionalización ligada al conocimiento es internet. El almacenamiento de la información en estas redes está sujeta a unos costes energéticos importantes. Pasar a un almacenamiento de información más particular supone utilizar soportes con poca vida media y, por tanto, con un gran riesgo de pérdida de información y generación de conocimiento.
Pérdida de sistemas educativos complejos que ya no deberían interpretar muchos conocimientos , inútiles ya en ese momento.
El colapso . La civilización actual va al colapso. Sería un proceso lento para las personas pero muy rápido para la historia. Sería, también, desigual según las opciones y las zonas distintas. Por ejemplo no sería igual en zonas donde es difícil la producción de alimentos que en otras que pueden albergar reservas propias que ganarían en poder..
Hay que tener en cuenta que el cambio climático tendrá, también, consecuencias muy diferentes en diferentes según unas zonas u otras. Por ejemplo en el Mediterráneo tendrá efectos muy negativos, en cambio en las zonas más al norte podrán disponer de más cultivos.
En cualquier caso, decía Luis González, hay que pensar en que el proceso de decaimiento no es lineal, es muy irregular, con “subidas y bajadas” y lento a la visita del ojo humano.
Razones para la esperanza. Nuevos límites
Quiso acabar el ponente su charla dando algunas razones que sirvieran para tener una idea optimista del futuro:
La primera es la existencia de algunos elementos, que suponen una forma de entender este nuevo escenario y que ya están funcionando, como la banca ética, las monedas sociales, etc. Se trata de engrandecer estos instrumentos.
La segunda es que las formas pasadas son ya viejas, no puede haber crecimiento, pero, aun así el ser humano tiene una gran capacidad de adaptación.
La tercera es que la crisis tiene una virtud y es la de abrir nuevas potencialidades.. La transición a lo local puede traer nuevas oportunidades más emancipadoras.
La cuarta es que en esta situación existe una aspiración a la armonía con los iguales. Históricamente se busca el apoyo mutuo mejor que la dominación. En muchas ocasiones se utilizan los valores comunitaria (empatía, armonía) como algo fundamental para sobrevivir.
DEBATE
El panorama dibujado en la charla no alentaba el optimismo. En todo caso, decía el ponente, necesitamos tener miedo, el miedo alerta, nos mueve al cambio. El decrecimiento puede llegar a ser liberador, desde el punto de vista de la acumulación de poder y eso también habría que tenerlo en cuenta.
El futuro es individual o en grupo
La crisis supone un estrechamiento de los límites, según Luis González: habrá menos margen para la individualidad. El elemento de supervivencia futuro será el grupo. La cuestión está en analizar cómo evolucionará ese desarrollo grupal, si actuará como elemento organizador o si los hará como “predador”.
Un elemento que preocupaba en el debate es el del papel que tendrá la mujer en esta situación, cuál sería su papel en sociedades pequeñas. Hay que tener en cuenta que en éstas, la mujer ha sufrido y sufre aun, una gran discriminación, generalmente silenciada.
El trabajo a realizar
Una de las cuestiones latentes en el debate era la de “qué hacer”, cómo hay que actuar ante una situación así, de un cambio límites ambientales y sociales como el que parece que se está produciendo. Parece claro, decía Luis González ante alguna de las cuestiones, que una de las formas en las que se debe actuar es la sensibilización sobre la situación. Es necesario trabajar por hacer entender lo que ocurre, educar, dar capacidad para entender lo que ocurre y actuar Aunque esto es así, es complicado porque el decrecimiento es una agonía a cámara lenta y eso da poco margen para la sensibilización.
Está claro que debemos satisfacer nuestras necesidades, decía el ponente, lo que implica conseguir energía, alimentación… El camino está en imbricarse en la economía social, solidaria, dar saltos cualitativos desde abajo. Es decir, eso supone implicarse desde una práctica que suponga un cambio de valores. Si se quiere concienciar hay que pensar que se cambia por iniciativas que se ponen en marcha y no por campañas de sensibilización teórica. Hay que tratar de crear formas alternativas, no solo trabajar la concienciación.
A partir de esas iniciativas, se trataría de dar herramientas para entenderse en el debate social que debiera haber.
Proyección educativa
Una propuesta general que dio Luis Gonzáles como inicio de este tema: volver a propuesta como la de Freire “todxs aprendemos”.
La educación no es un campo ajeno a lo que se dice en el apartado de lo que hay que hacer ante esta situación.
La educación debe incluir contenidos nuevos tras la crisis, para que las personas puedan estar preparadas para el futuro. Por ejemplo existe gran parte de la población que no sabría cultivar, volver a esa actividad. La educación debe, por un lado colectivizar porque la individualidad está agotada, por otro permitir abrir el campo de las posibilidades futuras. Hay que revalorizar las cosas, hace falta ser gente “resistente”
Educar supone ayudar a manejarse en el futuro, defenderse de los “superdepredadores” que podrán aparecer y hagan suyo su futuro, basándose en el colectivo.
En cuanto a un tema muy concreto como es el uso de una herramienta tan actual como las TICs. Se planteaba si era recomendable fomentar su uso ante el posible declive que mencionó el ponente ante la nueva situación que se prevé. Luis González si admitía que debían estar presentes en el proceso educativo, pero no como fin, sino como herramienta.