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Educar en Castilla y León   /   Aprendizajes diferentes, ciudadanía crítica


Los problemas del medio ambiente en Castilla y León
Nicolás M. Sosa

El 21 de junio de 2001 falleció Nicolás M. Sosa, impulsor del movimiento ecologista en Castilla y León (fue miembro fundador y activista permanente del Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca, integrado después a nivel estatal en Ecologistas en Acción).

Colaborador de Concejo en varias ocasiones, queremos recordarle a él y recordar su aportación en la Escuela de Verano de 1992: sus reflexiones siguen siendo hoy tan válidas como en aquel entonces.

Y queremos destacar, además, algo que en Concejo consideramos trascendental: la implicación en la acción crítica y comprometida con los problemas sociales. Él, canario de origen, lo hizo en Castilla y León con ejemplaridad, aunando su dedicación universitaria con su participación en el movimiento de base.

Gracias, Nicolás.




Contenido


El texto que sigue contiene las ideas expuestas y debatidas en la XV Escuela de Verano de Castilla y León, celebrada en Palencia, del 1 al 5 de julio de 1992. Se trataba de propiciar un debate sobre el estado del medio ambiente en nuestra región, a partir de mostrar el discurso del movimiento ecologista sobre la cuestión. El texto -como mi intervención allí- contiene la mención específica de ciertos problemas medioambientales importantes de la comunidad autónoma: pero también trata de mostrar el trasfondo ideológico desde el cual el movimiento ecologista ve los problemas medioambientales, los comprende y los interpreta.

“El primer problema medioambiental es la pobreza”. Esta frase, pronunciada por un representante de un país del Tercer Mundo en la Conferencia sobre el Medio Humano celebrada en Estocolmo en 197Z ha sido esgrimida no pocas veces para descalificar el discurso ecologista Sin embargo, la idea que encierra, ni es contraria a las tesis del ecologismo, ni es aplicable únicamente a los países del Sur. El discurso más vivo y más radical dentro del movimiento ecologista mantiene como postulado que la crisis medioambiental -la llamada “crisis ecológica”- es una crisis civilizatoria; es la crisis de un modelo económico de desarrollo y de progreso, cuyo despliegue a nivel planetario ha mostrado, hoy como nunca, sus grandes contradicciones. Por ello, desde el ecologismo, entendemos que el “Nuevo Orden Internacional” que esta instaurando Occidente, a la sombra de la “altura moral” de los Estados Unidos de América, no es otro que el que viene exigido por las necesidades del actual modelo de capitalismo avanzado, que cada vez se manifiestan de una forma más cruda: en lo que respecta al medio natural, por la degradación imparable a que es sometido; en lo que respecta a la vida de las comunidades humanas, por la coyuntura de recesión de carácter mundial, detectable en el desarrollo de la economía La expansión de la economía occidental desde el 82 ha tenido un carácter en gran medida artificial y se ha producido a costa del denominado Tercer Mundo o de la “periferia”, profundizando aún más los desequilibrios existentes. Se suele identificar a los países del Sur y del Este (es decir, nada menos que las 4/5 partes de la Humanidad) como los grandes perjudicados. Sin embargo, este desarrollo afecta y afectará de manera muy importante a aquellos que también vivimos en el Centro del Sistema y, más concretamente, a aquellos que estamos en la periferia del Centro.

El Estado Español está destinado a jugar el papel de frontera Sur de la CE (muro de contención de la inmigración africana, por ejemplo). Ello conlleva, junto a los grandes dispendios megalómanos del AVE y de todo el espectáculo del 92, el anuncio de una política de ajuste, con la consiguiente reducción de las rentas salariales netas de la mayor parte de la población laboral, y del recorte del gasto público en todos los capítulos, exceptuando los proyectos relacionados con el gran montaje de las celebraciones del V Centenario.

A lo largo de este proceso, ha ocurrido algo muy importante: la disgregación de la sociedad civil O, dicho en otros términos, la individualización de la dinámica social No existe salida colectiva; la única salida que queda es la individual, para subir en la escala social o para asegurarse un margen cómodo de supervivencia Lo cierto es que este discurso cuenta con el beneplácito de gran parte de la población, que ha vivido un incremento de su nivel de consumo, aunque no de calidad de vida (a pesar de que la reactivación económica ha sido falsa para el conjunto de la sociedad, y ha dejado en la cuneta a un 15 ó un 20 por ciento de la sociedad española). Esto es algo que se oculta desde las grandes obras de la conmemoración del 92 y que se legítima desde el gran  proyecto  de  la  construcción  europea:  “modernizarnos”, “europeizarnos”, “acabar de una vez con el aislamiento exterior”... son, hoy, las grandes palabras que intentan marginalizar de manera definitiva a cualquier discurso alternativo, eliminando su capacidad de incidencia en el cuerpo social Aquello de lo que no se habla es algo que no existe. La única salida posible es la que el Poder ha diseñado.

Este análisis contiene Interesantes elementos para reflexionar sobre la realidad de Castilla y León. Jiménez Lozano, en el prólogo al libro La pobreza en Castilla y León. Estudio Socioeconómico, explica cómo en el actual diseño del mundo de economías transnacionales no habrá lugar real para otro valor que el dinero y la capacidad de generarlo y consumirlo. Quienes no acepten -personas, regiones, países-  una tal cultura y el papel que les corresponda en ella quedarán filera, carentes de funcionalidad significativa. Castilla y León, siendo una región agrícola de un modo muy entitativo y contando con un aparato Industrial de producción de bienes que no cuentan ni quizás van a contar en los primeros valores del mercado, está ya destinada a un papel claramente secundario, al precio que se le asigne y en las condiciones que se le impongan. Y esto, de un modo estructural y definitivo.

Sirva esta introducción a manera de breve pista para situarnos debidamente en el marco social y económico de nuestra región y de su situación en el conjunto de las políticas nacional, europea y mundial. Con ello, pretendemos dos cosas: 1ª) subrayar la Idea de que los problemas “medioambientales” no son separables de los problemas “sociales”. O sea, que la degradación del medio natural y la degradación del medio social son dos manifestaciones de un mismo problema. Y que es el mismo sistema de producción y de organización económica y social el que produce los problemas de desequilibrio en las relaciones de unos países con otros, de unos grupos humanos con otros y de la humanidad con el medio natural Y 2ª) como consecuencia de lo anterior, no se puede -si se quiere hacer un análisis serio y profundo de los problemas del medio ambiente- perder de vista este sustrato estructural, que es el que de verdad explica la situación problemática en la que el planeta se encuentra.

El “medio ambiente” es el medio “global” que comprende a otros medios, todos propios del hombre y de los que el hombre es “parte”: el medio natural, el medio técnico, y el medio social y cultural.

 


El listado de problemas

Teniendo siempre de fondo el análisis de nuestra realidad regional, del que se esbozan algunos puntos en las consideraciones anteriores, procedemos  ahora  a  una  síntesis  de  aquellos  problemas medioambientales que el movimiento ecologista de Castilla y León considera más relevantes, hoy, en nuestra comunidad autónoma.

 

1. El problema de los residuos

Siendo éste un problema generalizado a todas las sociedades desarrolladas, una región como la nuestra, sometida a un fuerte proceso de despoblación en las zonas rurales, con la consiguiente degradación del campo, resulta una firme candidata a la recepción de residuos generados en zonas de mayor desarrollo industrial De este modo, a la tónica general de despilfarro e irresponsabilidad respecto al tratamiento de los propios residuos, se añade, en Castilla y León, la amenaza cierta de ser elegida para depositar los desechos producidos en otras regiones.

1.1. Residuos tóxicos y peligrosos (RTP)

En Castilla y León se han detectado depósitos aislados de residuos tóxicos, de manera ilegal e incontrolada. En nuestra región existe un considerable descontrol sobre las empresas que producen o manipulan residuos tóxicos y peligrosos (fábricas de abonos, azucareras, papeleras, de plaguicidas, agroalimentarias de transformación, talleres, etc.). (...) Aparte de hacer efectivas las medidas de control y sancionadoras, todas ellas perfectamente contempladas en el ordenamiento legal, la propuesta ecologista se dirige a eliminar los RIP en los propios procesos de producción o a su reducción en origen, mediante la optimización de los mismos procesos de producción, oponiéndonos, por tanto, a una política de residuos que solo contempla soluciones “finales” (plantas de tratamiento y vertederos). (...)

1.2. Residuos sólidos urbanos

La producción de basuras es un problema que se ha venido agravando en los últimos 50 años. Los cálculos actuales vienen siendo de 0,8 a 1 Kg por habitante y día. A esto hay que añadir que la degradación biológica de los desechos es menor a medida que la sociedad es más “desarrollada” y genera más plásticos y compuestos de síntesis. En Castilla y León este problema no es distinto del de las sociedades occidentales avanzadas, debido a la invasión de la publicidad y a la uniformización que ésta produce en los hábitos de vida y de consumo.

Hay interesantes iniciativas de recogida de basuras en algunas mancomunidades de la región, que atenúan el problema de los vertederos ilegales, pero no hemos llegado aún a tener experiencias más inteligentes. Las subvenciones se dirigen a la recogida (camiones, contenedores), pero no se ha abordado con decisión ni la recogida selectiva ni el reciclaje. Estas últimas son, para el movimiento ecologista, las auténticas grandes soluciones, como ha demostrado la experiencia, incluso dentro del Estado Español (mancomunidad de Pamplona), no sólo frente al específico problema de eliminación de basuras, sino al tal vez más importante de educación ambiental de los ciudadanos, educación encaminada a una transformación de ciertos hábitos de consumo y despilfarro.

1.3. Residuos industriales

Es éste un capitulo específlco que demuestra lo que se afirmaba más atrás respecto a la recepción, en Castilla y León, de residuos generados fuera de la comunidad. Nos referimos ahora (puesto que lo dicho más atrás sobre la Planta de Santovenia afecta a los residuos procedentes de la industria) a la incineración de residuos industriales, llevada a cabo de manera totalmente clandestina por empresas vascas en las provincias de Burgos y Palencia. La situación no deja de ser curiosa: es ésta una de las regiones que cuenta con menor indice de industrialización; y aún así, sus propios residuos industriales no están controlados, mientras que a su ancha tierra vienen a depositarse los de aquellas regiones que prosperaron gracias a un desarrollo industrial importante.

Un tipo especial de residuos industriales es el constituido por los que proceden de instalaciones nucleares y radiactivas.

1.4. Residuos radiactivos

En primer lugar, están los procedentes de instalaciones médicas. Estos residuos no están sometidos a un cálculo efectivo de su volumen ni a un control adecuado de su evacuación. Existe normativa; lo que no existe en nuestra comunidad es aplicación y exigencia de cumplimiento de la normativa

En segundo lugar, están los residuos procedentes de la industria nuclear. Como veremos en el apartado de “Energía”, Castilla y León cuenta con varias instalaciones de las que componen el llamado “ciclo nuclear” (ciclo del uranio para obtención de energía eléctrica). Los residuos de baja y media actividad están sometidos a la normativa estatal, es decir, son transportados al almacenamiento que ENRESA gestiona en la Sierra Albarrana de Córdoba (cementerio de “El Cabril”). Los residuos de alta, procedentes de la central nuclear de Santa Maria de Garoña, en Burgos, se amontonan en las piscinas y almacenamientos provisionales de la propia central, en espera de su almacenamiento definitivo, cuando los planes del Gobierno y ENRESA se materialicen, cosa que ha de suceder antes del año 2025. Pero Castilla y León ya conoció el intento decidido de instalar en esta tierra tal “cementerio nuclear” definitivo, con el Proyecto IPES, en el año 1986, desechado luego gracias a la enorme protesta popular que movilizó a toda la zona de Las Arribes del Duero, y que se mantuvo durante nueve largos meses.

La amenaza de que en nuestra tierra se instale el cementerio nuclear para residuos de alta no ha desaparecido. (...)

1.5. Residuos sanitarios y clínicos

El resto de residuos procedentes de instalaciones sanitarias, sometidos al Reglamento de Residuos Tóxicos y Peligrosos, están, de hecho, dependiendo del buen o mal criterio de los sanitarios que quieran preocuparse por ellos. No conocemos ningún caso en la comunidad autónoma donde la Dirección, las Comisiones de Participación Hospitalaria o los Comités de Seguridad o Higiene en el Trabajo hayan diseñado algún tipo de plan, ordenanza o régimen sanitariamente controlado de recogida, transporte y eliminación de estos residuos. (...)

1.6. Residuos agrícolas y ganaderos

(...) La proliferación de instalaciones de ganadería intensiva hace necesario y urgente una regulación que obligue a depurar los purines mediante digestores aeróbicos o anaeróbicos, balsas impermeabilizadas de decantación y digestión, etc., así como a regular la utilización de tales residuos en el abonado agrícola

 

2. Contaminación

(...) Una vez más, el problema es la falta de participación de ciudadanos y organizaciones interesadas en esta problemática en tales comisiones, además  del  escaso  oído  que la Administración presta a sus reivindicaciones. Es notable el descontrol de los ayuntamientos y de los inspectores de sanidad ambiental sobre estas actividades, así como la inexistencia de castigos ejemplares a sus responsables. A este panorama negativo debe unirse la descoordinación existente con otros organismos administrativos implicados (Comisaría de Aguas, Direcciones Provinciales de Industria, Tráfico, etc.), que suele resolverse “pasando la pelota” de unos a otros hasta que “la pelota se salga del campo”.

Veremos algunos capítulos específicos de contaminación.

21. Contaminación atmosférica

(...) Si poco se vigilan las actividades de contaminación atmosférica diaria, mucho menos las esporádicas (cremación de cubiertas de vehículos, aceites usados, basura, etc.). El movimiento ecologista reivindica y aplaude cualquier medida tendente a cambiar los combustibles industriales hasta ahora utilizados, por otros menos impactantes, como el gas natural

2.2. Contaminación por tráfico de vehículos

Dedicamos un subapartado a este tipo de contaminación atmosférica, porque las principales ciudades de Castilla y León están alcanzando las máximas cotas de saturación de vehículos. Solamente enumeraremos los problemas causados por el tráfico de vehículos a motor: humos, ruidos, accidentes, consumo y despilfarro energético, ocupación de espacios que pertenecen al común, diseño urbanístico en su provecho, tala de árboles, grandes movimientos de tierras, construcción de grandes viaductos y destrucción del paisaje para la construcción de carreteras, autovías y autopistas.

Las medidas correctoras debieran ir por estos dos caminos:

a)  Educación para el cambio de la mentalidad ciudadana en cuanto a la utilización del vehículo a motor.

b)  Dificultar cada día más la utilización del vehículo privado en el interior de las poblaciones, mediante la creación de zonas peatonales, cierre al tráfico de las zonas centraies de las ciudades, potenciar el transporte público, con la transformación de combustibles, creación de carriles-bici donde sea posible y aparcamientos para este medio de transporte, áreas de aparcamiento de vehículos a motor en áreas periféricas y apoyo a la diversificación de medios de transporte entre periferia y centro.

2.3. Contaminación de las aguas

(...) La contaminación de las aguas superficiales, no sólo complica y encarece el suministro, sino que puede afectar a la calidad de determinados productos industriales. Además, dificulta  el desarrollo  de  otras actividades de expansión, como el baño o la pesca. (...)

En cuanto  a las  aguas  subterráneas,  el problema viene, principalmente. de la desmesurada utilización de herbicidas, plaguicidas, fosfatos, organoclorados, organofosforados, nitratos y otros productos químicos, unido a la filtración de lixiviados procedentes de vertederos y residuos ganaderos y filtraciones de las aguas superficiales contaminadas. Por otro lado, la extracción de aguas subterráneas para riego, superior en cantidad a la recarga de los acuíferos, está consiguiendo que pozos y perforaciones sean cada vez de mayor profundidad, y que las aguas de los mismos tengan unos índices altos de salinidad, lo que, tarde o temprano, puede convertir a zonas agrícolas actualmente muy fértiles, en verdaderos desiertos salinos. (...)

 

3. Energía

Me limitaré a la consideración de dos tipos de energía: la hidroeléctrica y la nuclear.

3.1. Energía hidroeléctrica

La producción de energía hidroeléctrica ha jugado un papel histórico en nuestra reglón, donde existían, no hace mucho tiempo, pequeños molinos y saltos de agua capaces de satisfacer entonces las necesidades de pequeños núcleos de población. La recuperación de éstos, con las modificaciones necesarias, permitiría la desconcentración de la producción. El aprovechamiento de algunos embalses, destinados únicamente a la regulación de caudales, permitiría un mejor aprovechamiento del potencial existente, sin necesidad de anegar nuevos terrenos que, en la mayoría de los casos, presentan un alto interés ecológico y económico.

La Instalación de nuevas minicentrales hidroeléctricas en áreas donde las repercusiones medioambientales, económicas y socioculturales sean mínimas, constituye una forma más racional de satisfacer la demanda de energía.

Sin embargo, no es ésta la política que se viene aplicando. (...) Algunos de los embalses proyectados cuentan con informes negativos, incluso desde instancias oficiales. No podemos entrar en pormenores acerca de estos planes, que hemos estudiado atentamente en el movimiento ecologista de la región. Pero resaltaremos, al menos, dos grandes problemas. Primero: el agua es un bien escaso, y la política hidráulica, lejos de solucionar los problemas de abastecimiento de pequeñas poblaciones, favorece la continuación del despilfarro del agua en las ciudades medias y grandes. Y segundo: el Plan Hidrológico [previsto] no es tal, sino que se reduce a ser un «plan de obras”, en el que las beneficiadas serán las constructoras y quienes, a su vez, se beneficien de ellas. (...)

3.2. Energía nuclear

En Castilla y León existen cuatro instalaciones del ciclo nuclear: minas de uranio (Saelices el Chico, Salamanca), planta de concentrado (Saelices el Chico, Salamanca), fábrica de combustibles (Juzbado, Salamanca) y una central nuclear Santa Maria de Garoña, Burgos), amén de la amenaza, ya comentada, de almacenamiento definitivo de residuos de alta en rocas graníticas. (...)

La mejor energía es la que cubre las necesidades con el menor impacto y con el menor consumo. Junto al ahorro y la eficiencia energética, está la utilización progresiva de las energías renovables. En Castilla y León, el grado de cumplimiento del Plan de Energías Renovables, apenas llega al 5%. La Junta autonómica debiera potenciar, mediante incentivos y subvenciones, la ampliación de instalaciones de aprovechamiento de energías renovables para los particulares, y de cogeneración para las industrias.

Cambiar de energía es cambiar de sociedad.

 

4. Instalaciones radiactivas

(...) El movimiento ecologista viene reivindicando la necesidad de que la Junta de Castilla y León inicie la confección de un censo actualizado de instalaciones radiactivas, principalmente de uso médico (rayos X), acogiéndose a la nueva normativa sobre estos aparatos, estableciendo cuáles se atienen a las normas de blindaje y protección para usuarios y trabajadores, y obligando a adecuarse a la normativa. (...)

 

5. Urbanismo

He aquí uno de los problemas graves de nuestra región en los últimos años. Las construcciones en suelo no urbanizable proliferan, con o sin licencia municipal Es este un fenómeno que merecería la ejecución de actuaciones drásticas por parte de la Junta de Castilla y León, contra particulares y contra funcionarios que han permitido los desmanes. El “construye como y donde quieras, que ya lo legalizará una multa” es algo que se va imponiendo en bastantes zonas de nuestra geografía regional No hacen falta más leyes urbanísticas. Basta con el cumplimiento del texto refundido de la Ley del Suelo y de los decretos que la desarrollan. Solamente debiera autorizarse la urbanización en terrenos de escaso valor agrícola, paisajístico y ecológico. Pero los ayuntamientos rurales administran sus concesiones únicamente atendiendo al factor monetario; es el dinero que entra hoy y para hoy; no hay visión global ni de futuro.

En las Ponencias Técnicas y en las Comisiones Provinciales de Urbanismo se echa de menos la participación de representantes de organizaciones defensoras del medio ambiente. Se están concediendo autorizaciones de urbanización, sin solución a los problemas de residuos, depuración de aguas, adecuación al entorno, etc., tal y como establece la Ley del Suelo.

Desde los Planes Urbanísticos provinciales y Normas Subsidiarias Municipales deberían coordinarse las medidas de ahorro de energía (aislamiento. experiencias de energías renovables, orientación, etc.), exigiendo que los informes técnicos de los Servicios Territoriales hagan alusión a tales necesidades.

El descontrol en las edificaciones está convirtiendo nuestros pueblos en informes masas de ladrillo y cemento. La arquitectura tradicional, al menos en sus aspectos exteriores, debería respetarse. Y la Confederación Hidrográfica del Duero, así como los demás organismos de la Administración con competencias en el tema, tendrían que tomar medidas encaminadas a eliminar los pozos negros y los vertidos originados por todo tipo de construcciones y urbanizaciones legales e ilegales.

 

6. Erosión y desertización

Se considera como uno de los problemas más graves de nuestra tierra. Las autoridades autonómicas han sacado adelante una muy discutida Ley de Fomento de Montes Arbolados. El problema aquí es distinguir cuidadosamente los conceptos de masa arbolada para la obtención de madera, mobiliario y pasta de papel, de las masas de monte autóctono como espacios naturales no alterados, que deben ser protegidos a ultranza porque son absolutamente necesarios para proteger el equilibrio ecológico y la supervivencia de la flora y la fauna.

Las plantaciones de especies arbóreas, arbustivas y nuevas especies agrícolas deberían someterse a evaluación de impacto ambiental previo, y determinar qué tipo de especies vegetales serian más interesantes desde todos los puntos de vista, y no sólo desde el productivo. Todas las indicaciones que, en este sentido, había hecho directamente la Federación Ecologista de Castilla y León a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, han sido obviadas.

La desaparición de masas forestales, motivada en gran medida por incendios provocados. origina graves perjuicios al medio y a la economía nacional e influye, entre otros aspectos, en: la desaparición de la cubierta vegetal por el arrastre originado por las aguas de escorrentía en los suelos desnudos y sin protección; la disminución del contenido de oxigeno atmosférico; la incidencia en el cambio de los micro y macroclimas, con más que probable influencia en los cambios del sistema de precipitaciones y vientos; en las pérdidas de madera, etc.

Los suelos agrícolas destinados al cereal, ya de por si muy escasos de materia orgánica, son año tras año agredidos con las prácticas de la quema de rastrojos y paja, desperdiciándose recursos, contaminando la atmósfera, destruyendo la microflora y microfauna de los horizontes superficiales del suelo, y poniendo en marcha un lento, pero continuo proceso de “ladrillado por cocción” de las capas arcillosas superiores. Las advertencias de las autoridades y el establecimiento de períodos y precauciones ni se escuchan ni se cumplen, por regla general Sería deseable la adopción de medidas de prohibición, inspección, control y sanción respecto a la quema de rastrojos, así como su inclusión como delito ecológico.

 

7. Explotaciones mineras a cielo abierto

El problema de las explotaciones mineras a cielo abierto (incluidas las graveras) y la restauración de espacios afectados es importante en algunos puntos de la geografía regional, por las consecuencias que sobre el suelo, las aguas y la atmósfera tiene esta actividad. Este impacto ya es contemplado por la legislación estatal desde hace varios años, siendo obligatoria la elaboración de Planes de Restauración, previos a cualquier permiso para explotación minera a cielo abierto. Sin embargo, el nivel de incumplimiento en la mayoría de las provincias de Castilla y León es alto. Por lo general, no se restaura, no se exigen las reglamentarias fianzas, y los presupuestos no son suficientes para que la Administración aborde la restauración de manera subsidiaria.

Numerosas explotaciones mineras no cuidan los taludes, ni los volúmenes, ni la influencia en aguas superficiales o subterráneas, la dispersión del polvo o el destrozo del paisaje. La vigilancia de los Planes de Restauración es mínima y las sanciones por incumplimiento de los planes puede decirse que es inexistente.

Por lo que respecta a las graveras, el Impacto en numerosos ríos de la Comunidad es grave, por el abuso y amontonamiento de las explotaciones y la falta de control de la Administración. Ello está originando daños difícilmente reparables, tanto en el interior de los ríos como en zonas de ribera (en teoría protegidas por convenios internacionales) y cuyas consecuencias pretenden luego arreglarse con construcción de embalses reguladores, como el comentado caso de Ciudad Rodrigo y el pantano de Irueña.

A esto hay que añadir que muchas explotaciones mineras a cielo abierto que hoy están abandonadas, son utilizadas como vertederos de basuras y residuos industriales de desconocida incidencia en el medio. (...)

 

8. Espacios Naturales y Áreas de Montaña

Muchas de las zonas más deprimidas de nuestra región suelen coincidir con regiones de montaña y espacios naturales no alterados, de especial interés ecológico y paisajístico. Por ello mismo, en aras de un desarrollo mal entendido, se encuentran sometidas a una presión especulativa, con el pretexto de hacer más fácil la vida de las comunidades humanas que las habitan.

Si ha de aplicarse el concepto de “desarrollo sostenible”, tan comentado en las reuniones internacionales, es necesaria la articulación de medidas que, permitiendo un aprovechamiento racional y continuado de los recursos materiales disponibles, conduzca a una mejora real de las condiciones de vida de dichas comunidades, sin provocar alteraciones Irreversibles en el medio. Por ejemplo, entre los objetivos de cualquier disposición legal respecto a Montes y Protección Forestal, deberían estar: la defensa de la propiedad pública; la participación de los vecinos de los pueblos colindantes con el monte, en su gestión y aprovechamiento; la potenciación de las especies autóctonas y la limitación de los monocultivos de crecimiento rápido; el fomento del aprovechamiento de todos los recursos típicos de los terrenos forestales.

En la elaboración de planes de ordenación de los recursos naturales en áreas de especial interés, planes que deberían elaborarse como paso previo de su declaración como espacios protegidos, las juntas rectoras de dichos espacios deberían contar con la presencia de representantes de movimientos sociales defensores del medio y de los ayuntamientos afectados por la declaración. Cualquier declaración de protección de un espacio debe ir unida a una negociación con los habitantes de las zonas afectadas, a fin de que sean compensados con incentivos económicos, servicios o cualquier otro tipo de ayudas, en compensación por el servicio que se presta a la Comunidad Autónoma y/o al Estado con la declaración de espacio natural protegido.

Una publicidad exagerada y anticipada a la declaración de un espacio a proteger es nefasta para el mismo, por la presión de un gran número de turistas sin una mínima conciencia ambiental, que devastan la zona, antes de ponerse en marcha las medidas de protección.

En este capitulo cobra especial interés el tema del Turismo Rural, basado en la utilización del patrimonio inmobiliario ya existente (o, en caso de nuevas construcciones, que éstas de realicen con un cuidado exquisito en lo que respecta al entorno), la no masificación, el desarrollo de la cultura y costumbres tradicionales, y la inmediata puesta en marcha de planes de educación ambiental que tenga en cuenta los criterios apuntados.

 


20 años después  [de la Conferencia de Estocolmo]

El pasado mes de junio [de 1992] se ha celebrado en Río de Janeiro la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Hace ahora 20 años otra cumbre similar tenía lugar en Estocolmo. Allí se pusieron grandes esperanzas en las soluciones tecnológicas  a  los  graves  problemas  medioambientales,  ya suficientemente detectados por aquellas fechas. Ahora, 20 años después, el mundo ha tenido que reconocer, lamentablemente, que los problemas son los mismos. Sólo ha cambiado su magnitud, que ha conocido un alarmante incremento.

Las soluciones, hoy, son clara y rotundamente políticas; y el encuentro de los representantes gubernativos en Río ha sido un encuentro fuertemente político. Por ello, precisamente, y porque la política de nuestro tiempo está fuertemente mediada por poderosos intereses económicos, no podíamos sentirnos demasiado esperanzados en que de allí salieran medidas decisivas y rotundas que modificaran el rumbo del desarrollo.

Río-92 ha sido la gran oportunidad perdida. Como ha dicho alguno de los comentaristas del encuentro, la Cumbre de la Tierra se ha caracterizado por una triple hipocresía: pensar una cosa, decir la contraria y hacer otra distinta.

Seguiremos clamando por esas medidas y soluciones audaces, que consideramos indispensables, pero, mientras tanto, queremos también divulgar nuestra convicción de que la humanidad, cada uno de nosotros, ha de cruzar un nuevo umbral en la percepción que tenemos sobre nuestra relación con los ecosistemas de la tierra. Es necesario que se dé un profundo cambio perceptivo en las gentes, cada vez en más gente, para poder dar respuesta al calentamiento del planeta, al deterioro de la capa de ozono, a la persistencia de la pobreza en el mundo, al cambio climático, al progresivo deterioro de nuestro aire y de nuestros ríos y mares, a la alarmante deforestación, a la pérdida de diversidad biológica, a la creciente desigualdad intrasocietaria e intraplanetaria.

Son, todos ellos grandes problemas medioambientales. Y todos ellos tienen su dimensión local aquí, en Castilla y León, en nuestros campos, bosques, ríos y comunidades humanas. Con el objetivo de seguir propiciando esos cambios de percepción tan necesarios, los educadores deberíamos concienciamos de que la formación integral de nuestros educandos pasa por la creación de una conciencia medioambiental también Integral y global; el objetivo es que todos demos un paso más hacia una comprensión más cabal de lo que hoy constituye nuestro principal problema global; más cabal y más adecuada y acorde con la realidad que tenemos. Porque esos cambios de percepción forzarán las medidas políticas y nos ayudarán a modificar nuestros hábitos de vida.

No se trata de volver al pasado. El futuro no se construye con nostalgias. Toda detención es un retroceso; pero no todo cambio y avance es un progreso. Es verdad que un río no se detiene y nunca las mismas aguas pasan por debajo un mismo puente. Sin embargo, es posible recorrer su cauce en sentido contrario a la corriente y reconocer entre sus piedras algunas que conviene recordar; en sus orillas, sauces que todavía sirven; pequeñas islas donde es bueno detenerse.

Bendita sea la tecnología que respeta piedras, sauces y pequeñas islas. Con esa tecnología y solamente con ella, será posible reconstruir un equilibrio. Que no será el equilibrio añorado, pero tampoco será esto de ahora cuyo nombre se parece mucho al caos.

Es necesario otro equilibrio, más sabio, síntesis de una tecnología producto del genio y del trabajo humanos, y de un respeto, no sumiso, pero sí inteligente, por la naturaleza

Esto es lo que nos traerá un profundo cambio de percepción, más acorde con una visión global, ecológica, de nuestro planeta y de nuestra vida en éL Sólo si se dan tales cambios en las gentes, éstas comprenderán la necesidad de asumir las medidas correctoras que son necesarias como nunca Y aceptarán que hay que modificar nuestros hábitos de vida . Por otra parte, tales cambios de percepción son las chispas que encienden los procesos de cambio social . Los cambios perceptivos en las gentes forzarán las medidas políticas audaces que se precisan para corregir el rumbo de nuestro desarrollo y para revisar nuestro concepto de progreso y bienestar.

Tales son las implicaciones de la noción de “Desarrollo Sostenible” para la vida de cada uno de los que poblamos este planeta amenazado.

Nicolás M. Sosa
Profesor de Etica y Sociología de la Universidad de Salamanca
Presidente del Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca
Presidente de la Federación Ecologista de Castilla y León

15 Escuela de Verano de Castilla y León - Palencia, julio de 1992

 


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