Primeros comentarios sobre el decreto del MEC para segundo ciclo de Educación Infantil
Información sobre el decreto de enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil, presentado por el MEC, aprobado el pasado 29 de diciembre de 2006 y publicado en el BOE de 4 de enero de 2007.
Este artículo supone un primer acercamiento al futuro currículo de Educación Infantil.
Además del enlace al decreto completo, que aparece más arriba, se incluye un documento resumen. En él se señalan, también, las tareas que corresponderán a las CCAA y a los propios centros. Es evidente que la importancia de lo que lleve a cabo cada gobierno autónomo en esta etapa resulta fundamental(en el primer ciclo casi absoluta)
Hasta tanto no dispongamos de un análisis más en profundidad (necesario en cuanto que la presencia en el debate público de esta propouesta curricular ha sido muy pequeña) incluimos algunas apreciaciones derivadas de una primera lectura del documento.
Definición inicial
Siguiendo el orden de los mismos artículos que el decreto tiene, la primera cuestión que parece oportuna que ya hicimos en la aprobación de la LOE) es cómo se va a preservar la igualdad de derecho a la educación de toda la población española, si el segundo ciclo es voluntario y encima tiene todas las posibiliaddes de acabar con un alto grado de privatización(al ser gratuito, totalmente financiado y tener pocas exigencias en la selección de alumnado (no es obligatorio).
También desde el comienzo se podría preguntar ¿qué ocurrirá con el primer Ciclo en aquellas CCAA que, como CyL dependen de otra Consejería?
Contenidos, metodologías y evaluación
Se definen, creemos que acertadamente, que las metodologías deben ser globales, significativas para el alumnado, que abarcarán lo cognitivo, afectivo, sirvan para aumentar su autoestima, etc. ¿Quiere eso decir que deben desterrase las “fichas de trabajo” como metodo hegemónico? ¿que los rincones y otras formas de trabajar más autonomas y globales, serán lo preferente?.
No parece que quede mucho tiempo para ponerlo en marcha con esas orientaciones(aun teniendo en cuenta que en esta etapa existen muchas realidades muy ricas,estas no son generales).
¿Podrían adaptarse las editoriales a esa formas de trabajo globales significativas y cercanas? o ¿serán los centros los que se sigan adaptando a ellas?
Por otro lado resulta un peligro, dependiendo qué interpretación y concreción se dé desde cada CCAA, la “iniciación” en lengua extranjera, informática y cálculo. ¿Podrían acabar siendo “minimos” selectivos como ocurría en la LOCE?. ¿Qué pasará con aquel alumnado que no dé esos “mínimos”, si se consideran así? ¿y con aquel que no ha pasado por esta etapa Infantil (estando en su pleno derecho, pues es voluntaria?.
Un tercer peligro es la forma en que se entienda la evaluación. No por las consecuencias que vaya a tener en el alumnado,obviamente, sino por el “estilo educativo” que se potencie. ¿Qué significa realmente que la evaluación del alumnado tendrá como referencia las áreas en Infantil, después de asegurar que la formación es global? ¿No se estará trasladando un planteamiento “secundarizante”?
En este apartado (o quizá en uno más general de fines de la etapa) llama la atención una cuestión. ¿No es adaptable el concepto de competencia a estas edades?.¿No debería tratarse de que un niño o niña, a los seis años, fuera competente en los ámbitos en que vive? o ¿es que la idea de “competencia” en otras etapas está en exceso ligada a dominio de contenido?. Si esa idea es algo importante ¿no debería estar secuenciada desde el principio? Sería esta una cuestión a debatir un poco más en profundidad.
Diversidad, refuerzos y apoyos
Como en otras etapas, la idea de diversidad que se transmite se “inclina demasiado” hacia la de necesidad de apoyos (aunque es verdad que habla de respetar ritmos, perfiles, etc)
En cuanto a los apoyos y refuerzos que se pretenda dar al alumnado, habría que volver a señalar que, en todo caso, será a quienes están en los centros en esa etapa ¿y quienes nos están?.
Tratando ya de este alumnado se nos plantean dos cuestiones. la primera que deberían orientarse bien esos apoyos en función de la finalidad general de la etapa y no de esos “inicios de contenido” de expresione escrita o cálculo. La segunda es si se replantearán los recursos por aula (humanos también) y el tamaño de los grupos para poder ofrecer ayudas dentro de ella.
Nos parece importante y positivo que se mencione la necesidad de aumentar la cooperación y participación de las familias con el profesorado. ¿No sería esta una vía para trabajar la diversidad?
Por último una cuestión relacionada con la religión. ¿Tiene mucho que ver la inclusión de una religión definida desde una jerarquía eclesiástica, dada por una persona ajena al aula general, con una formación global y coordinada de los niños y niñas?